Cómo decorar un salón: 50 ideas que querrás copiar

Decorar el salón con muebles bajos y piezas exóticas permite generar una atmósfera más placentera y fresca, donde el tiempo pasa a otro ritmo. No hay más que ver esta idea de Maisons du Monde. El sofá acota muy bien la zona de estar y la mesita auxiliar y el gran puf de algodón favorecen hacer vida a ras de suelo. Las alfombras, de tejidos naturales, son perfectas para tumbarse y la hilera de cojines del sofá, mullidos y suaves, aumentan su confort.

Toques de brillo. Presentes en la mesita redonda de metal con acabado cobre y en los grandes jarrones de vidrio coloreado. Con ellos, la paleta cromática del salón se ha vuelto más luminosa y liviana: su abanico de tonos tierra, arena y marrón trigo ha ganado en frescor.

Una distribución sin menos muebles, con las zonas bien definidas, ayuda a sentir que el salón es un espacio más fresco y preparado para disfrutar del verano. Esta propuesta de Ikea lo confirma. El sofá, pese a ser de gran tamaño, deja bastante libre el paso de un lado a otro al estar apoyado en la pared. Además, los muebles que lo rodean son piezas ligeras, las mejores para que la decoración resulte menos pesada y el aire circule mejor dentro.

Sensación de movimiento. Incorporar algunos elementos circulares ha servido para generar un ambiente más fluido. Por un lado, el puf frente al sofá y, junto a él, la mesita auxiliar con una lámpara de idéntica forma. El espejo y las pantallas del techo persiguen el mismo efecto.

Las paredes del salón son un gran punto de partida para darle un aire mucho más fresco y conectado con la naturaleza. Como se ve aquí. Su papel pintado con plantas y flores silueteadas -modelo Farne Grasses, de Embleton Bay de Sanderson- ha sido una gran idea para generar una atmósfera relajada y bucólica. Nada desentona en el conjunto pues sus colores sintonizan con las tapicerías, en gris y verde agua.

Mezcla de texturas. A través de ellas, el salón ha ganado en matices cromáticos y en superficies que potencian su look veraniego. Desde la pátina de óxido de cobre en la mesa de centro, al papel de los textiles: los cojines de estampados florales refuerzan esa estética refrescante.

El sofá Chester lleva la voz cantante de esta propuesta nórdica actualizada. El proyecto es del arquitecto Rafael Vidal, del estudio Taroms Arquitectes, rescata este icónico modelo, tapizado en gris capitoné, para hacer brillar las dos butacas vintage y la alfombra, con motivos geométricos.

Una casa prefabricada puede esconder sorpresas como esta estética inspirada en los años 50. Los propietarios prefieren habitar que decorar, pero ha resultado un espacio compartido, donde el salón y la cocina se funden, en una propuesta low cost con sofá, en cuero negro, mesas, lámpara de techo y banco, de Ikea, y cojines y alfombra circular, de Kave Home. Es ideal el detalle green con las plantas dispuestas en la serie de estanterías, sin trasera, que contrasta con una pieza contemporánea: una lámina del artista Jesús Perea.

Esta vivienda futurista era un antiguo garaje. Los nichos circulares del salón albergan una zona de trabajo, altavoces y un asiento, con un colchón gris. La distribución del salón es sencilla: un sofá ,de dos plazas; una mesa de cristal, para aligerar el espacio, y una pared cubierta de espejos para ampliar la profundidad. Este reforma tan creativa ha sido realizada, en París, por la interiorista Eleonore Satger.

Los muebles modulares son la solución perfecta para este piso de alquiler del madrileño barrio de Arganzuela. El confort parece una de las premisas de este proyecto de la interiorista Rocío Ramos, de Mos Estudio, pues la zona de asientos ha cuidado que el mobiliario tenga medidas estándar y disponga de módulos intercambiables para añadir funcionalidad. Se ha dispuesto un sofá con chaise longue, en módulo, dos bancos y un puff. La paleta cromática navega entre colores pastel, aunque los detalles vegetales, en el textil, y las plantas dan un punto exótico.

La idea del diseño era conseguir un dúplex con ambiente industrial. El salón es efectista. Sin duda, las protagonistas absolutas son la terraza y la chimenea, rodeada de suelo porcelánico, en hormigón pulido. Para aportar calidez, se realizó un mueble de lamas de pino teñido, a medida, que es corredero para ocultar la televisión. El ventilador del techo es de madera y los sillones se han retapizado en terciopelo. El proyecto lo firma el Estudio U+G.

La iluminación natural hace brillar cualquier interiorismo. En esta casa londinense el estilo contemporáneo es el hilo conductor, pero nos interesa la luminosidad del salón, gracias a un patio interior. El caudal de luz es tan grande que han elegido un atrevido juego de sofá y banco, que puede convertirse en chaise longue, en terciopelo verde oliva, para acotar la zona de descanso. El resto de mobiliario: lámparas, mesas auxiliares y la silla son de diseño.

Con solo observar la silla Calvet ya sabemos que el propietario es un #designlover. Este modelo ergonómico en roble, con el respaldo en forma de corazón, es uno de los diseños más top del Modernismo. ¿El autor? Antonio Gaudí. La lámpara de techo, en papel, es de Näve. Al fondo, nos ha gustado de este piso de diseño, que tiene más de 100 años, el detalle de ocultar el frigorífico y los espacios de almacenaje de la cocina tras una carpintería en tono mint empolvado.

Este salón es limpio en lo visual, pero también en lo que respecta al orden. De hecho, el mayor reto para la interiorista Sandra de Benito era conseguir aumentar y optimizar la capacidad de almacenaje para que nada quedara a la vista. ¿El resultado? Un espacio de diseño multifuncional, donde domina la chimenea de vapor de agua, flanqueada por dos hornacinas cubiertas con lamas de madera natural para ocultar los dispositivos electrónicos. El inmenso armario, de más de cinco metros, tiene las puertas empapeladas con un acabado textil para aportar textura.

Desenfadado y relajante, así debe de ser un salón invernal. Como éste, equipado por Ikea. Dos sofás arropados con almohadas y plaids, y en el centro, un puf redondo a modo de mesa. Lámparas de lectura y alfombra enmarcan el conjunto.

La reforma de este piso madrileño recuerda la distribución de un loft. El estilo neoyorquino de la distribución coordina con la recuperación de piezas, como la puerta de doble hoja colgada en la pared. La decoración industrial de la interiorista Laura Pineda es muy acertada. El proyecto lo firman Abreu Mesa Arquitectos.

Tras una reforma integral, el interiorismo del estudio Colossus Mfg dio en al clave con este salón, que mantiene el estilo colonial de una vivienda construida en 1935, aunque con elementos decorativos muy top, como la lámpara de techo Sputnik. La zona de estar tiene una base neutra y se dispone en círculo, con una chaise longue y dos asientos, tapizados en terciopelo azul.

Una inversión mínima (no superó los 2.500 €, en muebles y pintura) es el secreto de la reforma de este piso de Barcelona. En este proyecto de Sébastien Robert reina el minimalismo. Propósito que se entiende al ver la terraza, que se ha pintado en amarillo para recrear un ambiente veraniego. Incluso el discreto sofá sirve de guía visual para invitar a disfrutar del exterior.

Los tres sofás delimitan la zona de estar e invitan a largas veladas familiares o entre amigos. Es brillante la idea de cubrir las paredes con lamas de madera, en tono claro, y dar el sabor marinero de esta casa de campo en la Bretaña francesa.

Distribuir los muebles en un salón con un plano de líneas irregulares, y con recovecos, no es tarea fácil. Lo primero, es buscar una buena ubicación del sofá, mejor si es en tonos neutros como este modelo de Miliboo, para elegir muebles auxiliares acordes al espacio. Es perfecta la idea de situar una mesa tipo barra, que también sirve como área de trabajo, entre la cocina y la zona de descanso, porque funciona como separación natural en este apartamento de 45 m2.

El proyecto de interiorismo, de Tinda's Project, tenía un objetivo marcado por los propietarios: "comodidad, olor a vacaciones y relax". El estilismo de Mar Gausachs consiguió el sabor mediterráneo en esta residencia vacacional, en Palamós (Girona). El salón-comedor es abierto y se prolonga visualmente, gracias al acertado paisajismo de la terraza, que firma Manuel Maíllo. El guiño marino se encuentra en la paleta cromática azul de las cortinas, jarrones, cojines y lámparas. El sofá esquinero optimiza la distribución del salón, que se acota con un puff, de The Eleven House, que dispone de espacio de almacenaje.

Raquel Córcoles es más conocida por su nombre artístico: Moderna de pueblo. La frescura de sus viñetas se traslada a su apartamento open concept, en Madrid. Es un estilo acorde con la filosofía millennial, así que verás piezas de diseño y la apuesta por el color, pero sin perder el minimalismo. El salón es una buena muestra. Está decorado con muebles de Kave Home, muy bien combinados, como la alfombra artesanal Anat, el sofá Blok, la mesa de centro Palmia o la butaca Megan, en mostaza.

El estilo nórdico siguen en alza. La mezcla de madera, con tonos metálicos y el juego cromático, en blanco y negro, crea un ambiente muy acogedor. En esta casa familiar, en la ciudad sueca de Gotemburgo, prima la comodidad para que los niños disfruten del espacio. El sofá rinconero tiene capacidad para cuatro personas, la alfombra de pelo es mullidita, la mesa de centro blanca aligera el volumen, gracias a sus patas metálicas, los suelos de madera dan calidez y la butaca, tapizada en terciopelo rosa, limita la zona de asientos.

Si tienes la suerte de tener una casa con muchos metros, permítete algunos caprichos. Convierte al salón en una estancia llena de personalidad con una transformación como la de esta farmhouse. La chimenea suma puntos, pero si no tienes la suerte de tenerla, siempre puedes instalar una moldura decorativa para simularla. Uno de los muros se ha destinado a mejorar el orden, pero la audacia ha sido pintar todas las estanterías, en azul marino. Para no recargar el ambiente, la zona de descanso se ha simplificado con un sofá de tres plazas, en blanco; un banco, que hace las veces de mesa de centro, y dos sillas de diseño, similares al modelo CHR01, en teca y ratán, de Zara Home.

Un viaje al interiorismo retro & new. Así es la propuesta de este piso reformado en el centro de Madrid. El estudio Lusjaguilar Artquitecturase unió a ACGP Arquites para crar na zona de día y de noche, que consiguieron al unificar el salón y la cocina. El espacio de estar es muy dinámico y está marcado por la asimetría de la estantería y el juego visual de las mesas de centro, de Metal Side Table. La alfombra, de Lorena Canals, y las plantas, de Los Peñotes, ayudan a que la atmósfera sea más acogedora. El sofá, punto de atención por su tapizado, cambia el look con una buena mezcla de los motivos y colores de los cojines. La pieza vintage es la mecedora de bambú, que conforma un coqueto rincón de lectura. Recuerda: los muebles de caña son trendy.

Las cocinas abiertas al salón son lo más trendy en decoración de interiores. Y es que se crean espacios más funcionales, amplios y luminosos. Sofá de 4 plazas en color gris SÖDERHAMN.

Los materiales naturales son la línea argumental del la casa de la interiorista Estela Maca. Ha creado una atmósfera rústica donde la mezcla de estilos queda patente en las paredes de ladrillo visto, de inspiración industrial; el toque raw, inherente a la mesa de centro, en madera de teca, y los detalles rústicos, en la mesita auxiliar de madera o la silla de enea.

Una sola pieza puede marcar el interiorismo de un espacio. Esta alfombra, con motivos geométricos, de 200 x 200 cm, se adquirió en Ikea y da amplitud a un espacio con techos abuhardillados. Para aprovechar los metros, se han dispuesto cajoneras para el almacenaje. El sofá Vimle, es de Ikea, las mesas auxiliares, de la Maisons du Monde, y las butacas, de Ixia.

Las paredes de este ático de Barcelona se han revestido con mortero de cal. ¿La intención? dar textura y contraste a la pintura de las contraventanas y las vigas, en azul grisáceo. Algunas piezas de este salón tienen su propia historia, como el aparador y la mesa de centro, y han sido recuperadas por la firma Úsame, que trabaja con materiales reutilizados. El sofá Silver, es de la firma Soft Line, los cojines, de Lu Ink, y la alfombra, de Zara Home.

Este enorme piso familiar dispone de un pasillo para que patinen los niños, así que las dimensiones del salón están acordes con la planta de la vivienda. Este espacio dispone de cerca de 70 m2. Su interiorismo se decanta por integrar materiales dispare, como madera, hormigón y granito. La atmósfera es moderna y funcional, así que se ha elegido un sofá XXL para que disfruten los padres con sus tres hijos de improvisadas sesiones de cine, que se proyectan sobre la pared.

Una decoración con color alegra el ambiente. Esta vivienda es funcional y moderna, y coquetea con el estilo industrial con un altillo de cemento, que ofrece doble altura, y da pie a estructurar los sofás a medida. El color block, en mostaza, de los asientos da un aspecto juvenil y crea un ambiente diáfano en un salón de grandes dimensiones, donde la familia puede compartir sus aficiones.

En este salón de inspiración étnica, los complementos se encuentran en plena sintonía. Las plantas XXL marcan la verticalidad, mientras que los dos asientos, sofá y sillón, asientan la línea horizontal. El color mostaza pone el acento picante, sobre todo, en los cojines de Pepe Peñalver. La superposición de las dos alfombras, de Zara Home, le otorga un aire desenfadado y recuerda al ambiente de una jaima. Por último, las láminas, de Muy Mucho, dan una pincelada salvaje.

Cojines con estampados con motivos botánicos, de Lu Ink y Filocolore, ramos de flores situados de forma estratégica y una fabulosa panorámica son el gran valor de esta casa rústica, situada en la localidad gerundense de Begur. Completan el look: el sofá Ektorp, de Ikea, se completa con una chaise longue, del mercado de antigüedades londinense de Golborne Road, dos butacas, de Mercantic, la alfombra, de Tara Flanagan, y una exquisita composición de espejos retro.

Acertadísima la elección del patrón este mural, de Casamance, que está retroiluminado en el techo para conformar un marco que lo haga destacar. La vivienda es de estilo clásico tiene un tono chic, gracias a la elección de madera y elementos dorados, que aportan elegancia. La mesa de centro tiene estructura de metal y bandeja en espiga.

¡Qué ambiente más sugerente, más divertido y sofisticado...! Y qué fácil conseguir una decoración como ésta que propone Maisons du Monde. ¿Cómo se ha hecho? Se ha optado por una gama cromática cálida, con el tono salmón como protagonista, y con chispazos dorados que aderezan el conjunto y añaden elegancia. Las fibras naturales -alfombra o puf- están de plena moda y quedan a las mil maravillas en espacios glamurosos. Una pared empapelada con un papel de estampado tropical pone un fondo mágico y súper refrescante. El conjunto, sobresaliente.

Una amplia gama de verdes es infalible para que un salón irradie optimismo. Conviene reservar las tapicerías lisas para el sofá y las butacas, y lucir las telas estampadas de gran fuerza estética para las cortinas. Éstas, colección Esala, de Scion; en Pepe Peñalver.

Los dos colores más cálidos y románticos -en el sofá y la butaca- "maridan" estupendamente con complementos de fibras naturales y muebles de metal negro. Un look moderno-rústico ideado por La Redoute.

El gris se ha impuesto en los interiores de nuestras casas, pero no como un color aburrido o apagado. Es la base perfecta para crear contrastes cromáticos muy interesantes. Sillón con cojín BUSKBO; juego de 2 mesas nido VITTSJÖ; mesa auxiliar GLADOM y lámpara de pie SKAFTET.

Las mesas de centro circulares, también las de formas orgánicas, sin aristas, hacen más fluída la circulación en la zona de estar y, si se combinan dos o más, se pueden disponer juntas o separadas, delante del sofá o a un lado, para adaptar el salón al número de personas y actividad que se realice. Juego de mesas Pilea (110 €), sofá Glenn (399 €), sillón Mauricette (130 €) y alfombra Greeny (89,99 €). Todo, de Maisons du Monde.

La clave para actualizar el estilo rústico es recurrir a tonos luminosos y suaves. Como en este salón. Las piezas más toscas de madera también parecen suavizarse. Papel, de la firma Caselio.

Cuando no queda más remedio que crear varios rincones en el salón, lo mejor es usar muebles multifuncionales para delimitar. Ambiente de IKEA.

El estilo rústico-industrial que destila esta escena es perfecto para aquellos a los que la mezcla de la madera y el metal les vuelva locos. Urbano, con un punto hipster y nostalgia por el campo en plena ciudad. ¿El secreto? Atrévete a introducir en tu salón elementos de exterior para darles una nueva vida. Por ejemplo, una cesta de rejas de aperos de jardinería convertida ahora en almacenamiento de mandos o mantas. Propuesta de Portobello Street.

Los colores predominantes en su decoración son el blanco, el negro y el gris. Para dar calidez a un espacio con una paleta de color tan sobria, han empleado madera, plantas, piezas de fibras naturales y tejidos cálidos.

Los muebles de maderas claras y los acabados en blanco son muy eficaces para imprimir a los salones un ambiente sosegado. A su lado, unas cuantas macetas con plantas de interior de distinto porte los llenarán de vida y mirarlas será una gozada. De Ikea.