Todo empezó cuando decidieron pasar de ser dos a tener un bebé. “Antes vivíamos de alquiler en un pequeño ático en Las Tablas, al norte de Madrid. Era muy acogedor y con muchísima luz, pero para el proyecto familiar que tenemos se quedaba pequeño, sobre todo por los armarios”. Así explica Luis el inicio de esta aventura junto a su pareja. “Estuvimos más de un año y medio buscando. Nos centramos en Mirasierra. María ha vivido siempre aquí. Es una zona tranquila que está a 10 minutos de la calle Padre Damián. Ambos tenemos allí las oficinas —Luis es director creativo de su agencia de comunicación, Babalúa, y María, consultora de banca—, el gimnasio y parte de nuestros amigos”. Y no fue fácil, porque debía cumplir ciertos requisitos: “orientación sur —la luz es fundamental—, ser amplia, incluir terraza, chimenea y una cocina con posibilidades. Queríamos una casa para vivirla. Nos encanta recibir, disfrutar de un buen vino en compañía de familia y amigos, prolongar las comidas con juegos de mesa…”
“Nada más verla, pese a que era como la casa del Conde Drácula por su decoración, imaginé el resultado con los metros que podíamos ganar eliminando pasillos. Hice mi propio proyecto —soy un interiorista frustrado—, contratamos al estudio de Rocío Esquilas para que ejecutase las obras y consiguió un resultado idéntico al que le propusimos”, cuenta Luis. “La casa se reformó por completo. Tenía 4 dormitorios y se quedaron en 3, ya que uno de ellos es donde está ahora el comedor. El parqué se acuchilló y barnizó, se eliminó el gotelé y se cambiaron ventanas, puertas y armarios. Los dos baños que tenía se rehicieron, y del de servicio se sacó un aseo. La electricidad se renovó junto con LMA Consulting de Iluminación”, explica Rocío. “La chimenea es la joya de la corona —continúa Luis—. El olor a encina es único. Cuando vi la casa por primera vez, visualicé esta chimenea en el salón. Pesaba 350 kg y no cabía en el ascensor. ¡Hubo que subirla a pulso por las escaleras!” Hoy, la vivienda habla de sus pasiones: fotos de los viajes, libros y la decoración. “Mezclamos piezas familiares, como la mesa tocinera del salón, que tendrá unos 80 años, con papeles atrevidos. María diseñó la alacena y los muebles de baño”. Y, cuando nació la niña, todo estaba listo.
UN AMPLIO SALÓN COMEDOR
El salón “es el epicentro de la casa. Cuando viene gente, nos encanta preparar ahí aperitivos”, cuenta el propietario de la vivienda.
La casa tenía chimenea, pero se cambió por un modelo nuevo con tres frentes de cristal que da calor tanto al salón como a la zona de televisión, situada detrás. Junto a él se diseñó un leñero. La mesa “es una tocinera familiar. Encima tenemos una besuguera de cobre que compramos en un mercadillo”, explica Luis.
Rincón de lectura: Da igual que el libro sea de papel o en formato electrónico. Lo importante es hacerlo con luz natural de día y puntual en cuanto oscurezca.
En la pared, sobre la cómoda, destaca una foto hecha por el dueño. Es de la playa de Pego, en la localidad portuguesa de Grândola, a la que intentan ir cada año.
Este cerramiento fue una idea genial. Como el recibidor original era muy oscuro, el estudio de Rocío Esquilas —que se encargó de la reforma— propuso derribar la pared que lo separaba del comedor y sustituirla por un cerramiento de madera lacada en negro y cristal. Así, además, se integró un pilar que era imposible de eliminar por razones constructivas del edificio.
¿Plantas en la mesa del comedor? Por supuesto. Para que no se estropee la madera o el material del que esté hecho el sobre, mete los tiestos en cubremacetas que no dejen pasar el agua.
La deco se enriquece con las huellas de tus experiencias. A María y Luis les gusta la pintura, y también los libros de sus abuelos que hoy tienen en casa.
¿Te gusta el comedor? Antes era un dormitorio, pero ahora forma parte de este gran espacio común.
Al eliminar las paredes, salón, comedor y recibidor quedaron conectados visualmente. “Nada más entrar, desde el recibidor se percibe la gran profundidad del salón, creando una vista en diagonal que acaba al fondo, con la terraza y las copas de los árboles”, explica Luis.
UNA COCINA A MEDIDA
“Una de nuestras pasiones son los platos, cristalerías, cuberterías y mantelerías. Tenemos unas cinco vajillas, algunas hechas por mi madre, que tiene una marca de porcelana pintada a mano llamada Rojo Inglés”. Gran parte de ellas se almacenan en la cocina.
La alacena, “la diseñó María sobre un papel, y Rocío Esquilas la encargó a su carpintero”, cuenta Luis. “Está retroiluminada con una tira led. La intensidad se regula con un mando”, añade la interiorista.
Las obras de la cocina incluyeron ampliarla, pero quedó un pilar a la vista. “Para disimularlo pusimos la isla, que ha sido un acierto”, explica Luis. La encimera de esta y las baldas se realizaron en madera de roble. En cuanto a la vinoteca, “¡me encanta el vino! No soy un gran experto, pero poco a poco voy aprendiendo de mi suegro, que es una de sus grandes pasiones”.
“Lo que menos tenía la cocina era luz, por lo que incorporamos el tendedero, subimos el techo al máximo posible y no pusimos almacenaje arriba. Lo único de lo que me arrepiento es de no haber puesto una buena cocina de gas. Me llevo fatal con la vitro”, reconoce Luis.
Sigue tu instinto. De pronto, te quedas prendad@ de una imagen que has descubierto en @micasa_deco. ¡También puedes recrearla! Este revestimiento es el modelo Squama Emerald, de la firma Natucer. Queda espectacular con muebles blancos en cocinas y baños.
Y LLEGÓ MARÍA...
El dormitorio de la peque, que se llama como mamá, es todo ternura. “La inicial hecha con flores fue un regalo de las amigas de María cuando nació la niña”, explica Luis.
Una prueba infalible de que el baño puede tener mucho carácter. En este, el segundo de la vivienda, la personalidad la ponen los pingüinos del papel pintado.
DORMITORIO PRINCIPAL
Sobre la balda que sirve de cabecero, es fácil poner y quitar láminas —que se apoyan en la pared— cuando apetece variar el espacio. De cara al verano, el ventilador con palas de madera es ideal.
El estrés, no respetar el ritmo circadiano que marca el día y la noche, y mirar pantallas antes de dormir, producen trastornos del sueño. Pero la decoración puede ayudarte. Un dormitorio blanco con toques azules propicia el descanso.
En el baño principal, el mueble de lavabo fue un diseño de María, que Rocío Esquilas materializó. El armario, que ya tenían los dueños, se pintó a tono con el espectacular estampado tropical de las paredes. “No terminaba de convencernos ningún toallero. La verdad es que con la escalera estamos encantados.”
PLANO Y CLAVES DE LA REFORMA
Si quieres ampliar la cocina pero el encargado de la reforma te dice “Imposible. Aquí hay un pilar que no se puede quitar porque se nos vendría el techo abajo”, no te desesperes. Continúa con tu idea de la ampliación y planea soluciones.
La que dio Rocío Esquilas a Luis y María, es excelente. “Había un pilar de carga que se quedaba en medio. Cambié la distribución y diseñé una zona de desayuno con barra, más informal, para el día a día”, explica.
Otra opción es utilizarlo como soporte de baldas que irán desde él hacia la pared más cercana. Será como una estantería que aumentará la capacidad de almacenaje de la cocina, pero al no tener trasera, no obstaculizará la sensación de profundidad ni el paso de la luz.
En espacios pequeños, revístelo con pintura de pizarra y úsalo para anotar la compra, menús o mensajes entre los distintos miembros de la familia.
Estudio de interiorismo Rocío Esquilas.