No queremos provocarte un ataque de ansiedad, pero a partir de ahora tendrás que asegurarte de lavar bien los aguacates antes de ingerirlos. Y te estarás preguntando: pero si la piel no se come, ¿no? Efectivamente, pero el problema reside en el cuchillo que utilizas para cortarlos.
Y es que recientemente, un estudio de la agencia del gobierno de los Estados Unidos responsable de la regulación de alimentos, emitió un comunicado advirtiendo que buena parte de las muestras que se tomaron durante más de 18 meses, dieron positivo en listeria y salmonella.
Concretamente, el 17 por ciento de los 1.615 aguacates analizados, procedentes de cultivos nacionales e internacionales, tenían bacterias potencialmente dañinas.
Así que ya sabes, por mucho hambre que tengas, antes de ponerte a preparar el aguacate, lávalo en condiciones y sécalo con un trapo limpio o con papel de cocina. ¡Recuerda que este sencillo acto puede salvarte la vida!
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