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Laura Ponte tiene charme y un estilazo desbordante; también en su casa-taller madrileña. Es un piso señorial repleto de recuerdos, obras de arte, piezas vintage y al espacio creativo en el que diseña a medida su colección de novias.
La modelo ha perdido la visión en uno de sus ojos y acaba de operarse por sufrir una perforación de la córnea. Al parecer, va a necesitar un trasplante: "me imagino que recuperaré la visión. Estoy en súperbuenas manos", según ha publicado Noticias de Navarra.
La que fuera top model internacional ha elegido una casa diáfana, con distribución abierta, techos altos y una bonita terraza. Laura Ponte vive de alquiler en esta casa en la que ha encajado, como si se tratase de un puzzle, todos los muebles, obras de arte, piezas retro y recuerdos personales que le han ido acompañando en todas sus mudanzas.
Es una vivienda enorme, repleta de piezas retro, muebles de los años 50, obras de arte y complementos textiles que son una verdadera lección de estilo.
Ahora, en su madurez y consumada su faceta creadora lo resume con una frase contundente: "los años no se retocan, se disfrutan". En el dormitorio de Laura Ponte se deja ver este ambiente vintage, con un cabecero tapizado en cuero con tachuelas y ropa de cama, en lino y mohair, de la firma Matarranz 1911.
La casa-taller de Laura Ponte es un periplo por su vida, una biografía muy rica, sobre todo en su faceta de modelo en la que ha podido trabajar con los grandes diseñadores de moda del planeta, aunque hace un tiempo que afirmó que nunca disfrutó subirse a la pasarela.
Aunque siempre ha desarrollado su faceta creativa en la pintura, se afianzó en la moda cuando colaboró en el diseño de complementos con seis looks confeccionados con la colección Primavera/Verano 2018.
El taller es un espacio diáfano donde tiene retales, rollos de tela, burros con prendas y trajes nupciales... Laura Ponte es autodidacta, una apasionada de la moda, desde pequeñita, con una personalidad muy creativa que traslada en sus pinturas o en el diseño de joyas, complementos o ropa.
En el templo creativo de Laura Ponte hay una buena biblioteca. Es un espacio muy acogedor, donde las novias se prueban sus looks. De hecho, tiene una peculiar forma de trabajar, que consiste en superponer piezas de tela sobre el cuerpo para adaptarlo a la personalidad de cada cliente. Aquí tienes el primer vestido de novia que hizo a medida: