El Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido es Patrimonio de la Humanidad y se ha convertido en uno de los destinos favoritos del Pirineo. En este paraíso natural, que también es Reserva de la Biosfera, se inauguró Casa Forelsa hace menos de dos años. ¿El concepto? Un alojamiento de montaña con prestaciones de lujo, ubicado en el corazón del valle de Tena.
El proyecto de la arquitecta Carmen Guillén contó con Modular Project para construir una vivienda ecológica, de estructura en madera y con acabado en piedra, acorde con los cánones que marca la arquitectura tradicional de la zona oscense de Pirineos. En el interior, sorprende la sensación de amplitud del salón gracias a su doble altura y las escaleras voladas que nos conducen hacia el piso superior.
El salón, como el espacio más utilizado de la casa, se orienta hacia el entretenimiento. Alberga una gran pantalla —con conexión a internet y amplia oferta de películas—, equipo de sonido Bang & Olufsen, juegos de mesa, telescopio y dos máquinas recreativas de los años 80. La cocina destila un aire industrial. La preside una isla multifuncional que combina madera y un acabado negro a juego con los frentes de armario. Equipada al detalle, cuenta con vitrocerámica de inducción, lavavajillas, vinoteca, horno y un completísimo menaje que incluye wok, licuadora y crepera. Los cuatro dormitorios de la vivienda son diferentes, con una decoración original y cabeceros creativos: mini jardines verticales, entelados en tartán y lamas envejecidas. Un interiorismo que hace de Casa Forelsa un destino acogedor, único y seguro.
En la fachada, la casa respeta la arquitectura típica del valle del Tena, con muros de piedra para aislar la vivienda y contraventanas de madera.
Como buen refugio de montaña, cuenta con leñero y un espacio reservado para guardar los esquís y las botas.
Durante el otoño aún se puede disfrutar de la terraza que tiene barbacoa, una casita infantil y tobogán.
En el interior, la madera es protagonista para dar calidez durante los fríos inviernos en las montañas de Huesca.
La casa dispone de calefacción por suelo radiante y contraventanas, que la aíslan térmicamente.
Desde el piso superior se aprecia la magnífica altura del salón, presidido por una gran lámpara cónica de techo con lamas de madera.
La zona de estar se acota con una alfombra XXL en tonos naturales, y se completa con dos mesas auxiliares y un par de sofás de estilo escandinavo en acabado malva.
El comedor permite observar la naturaleza desde el inmenso ventanal y la puerta acristalada que da acceso al jardín. La verticalidad de las lamas de colores, en madera envejecida, aumenta la sensación de altura.
Casa Forelsa lo tiene todo: internet, cocina equipada incluso con crepera ¡y hasta máquinas recreativas!
La casa dispone de 4 dormitorios, salón, cocina, 3 baños, hidromasaje, wifi y jardín.
En la imagen sobre estas líneas, el dormitorio principal, con abundante iluminación natural y un mini jardín vertical.
El baño de la suite, delimitado con listones de madera está dividido en tres áreas: lavabo, ducha e inodoro.
DATOS DE INTERÉS:
Casa Forelsa es un alojamiento de alquiler completo situado en Hoz de Jaca (Huesca). Dispone de 4 dormitorios, salón, cocina, 3 baños, hidromasaje, wifi y jardín. Tiene capacidad para 8 huéspedes (desde 268 €).
En esta tranquila localidad aragonesa, con solo 72 habitantes, encontrarás dos restaurantes con cocina autóctona. Pide en el bar El Refugio las migas con sidra artesana o prueba los platos de cuchara y la tarta de queso de El Mirador.
El valle de Tena es un tesoro natural. Impresiona la panorámica del mirador del Muro sobre el embalse de Búbal. Explóralo con rutas MTB, senderismo, escalada y descenso de barrancos o atrévete a tirarte desde la tirolina más grande de Europa.