La idea de construir los elementos de una casa en un lugar y ensamblarlos en otro o la opción de levantar una casa modular en un sitio y después trasladarla a otro no es nueva, en realidad tendríamos que remontarnos al Imperio Romano para descubrir los primeros ejemplos de casas modulares.
¿Te imaginas lo bonito que sería pasar tus vacaciones en una cabaña en medio del bosque?, ¿y si encima pudieras contemplar las estrellas desde la cama o desde un acogedor jacuzzi? Pero vayamos más allá, ¿qué nos dirías si ese pudiera ser tu estilo de vida? El proyecto ANNA nació gracias al brillante ingenio del diseñador Caspar Schols, quien se basó en su deseo de vivir fusionados con los elementos de la naturaleza, en lugar de protegidos de ellos.
"Se trata principalmente de estar al aire libre y de crear una interacción dinámica entre tú, la cabaña como tu hogar y la naturaleza", afirma Caspar Schols.
Ubicada en Bolduque, Países Bajos, la cabaña sorprende por su curiosa arquitectura. Para que los huéspedes puedan estar en permanente contacto con el exterior, se construyeron dos carcasas como fachada, apoyadas sobre rieles. La pared interior, que consta de un armazón de madera y vidrio, está separada de la pared exterior de madera techada. Al mover las carcasas y el marco de vidrio, los usuarios pueden adaptar el diseño de la casa en función de sus preferencias. De este modo, es posible contemplar el paisaje a través de los cristales, o hacerlo sin intermediarios, directamente a la intemperie. Qué, ¿cómo te quedas?
En cuanto a equipamiento, descuida, porque la cabaña es de lo más completita: tiene un dormitorio con cama king size y zona de estar, cocina, jacuzzi, chimenea y mucho espacio de almacenaje. ¿Quién necesita más para vivir en completa armonía con la naturaleza? Nosotros, desde luego, ¡nos apuntaríamos sin dudarlo!
Más información sobre el proyecto en Cabin ANNA.