Este piso no es un hogar cualquiera, es una vivienda solo apta para mentes atrevidas con gusto por la decoración nostálgica y los colores alegres. El proyecto de reforma e interiorismo —realizado por la arquitecta Paula Mena, de Estudio Yeyé—, se centró en modificar la distribución de la casa para separar claramente la zona diurna, más pública y abierta, de la zona nocturna, más íntima y privada.
La clienta quería alejarse de los pisos impersonales que veía en las plataformas de compra de internet, ''todos los pisos son iguales, blancos y sin ninguna personalidad'', expone. Por eso se buscó una vivienda para comprar que se pudiese reformar y transformar en el espacio único que ella deseaba.
Desde la entrada se accede a la zona de día, compuesta por un gran salón-comedor y una cocina abierta a todo el espacio. Se trata de una única estancia de 45 metros cuadrados pensada para recibir invitados, para disfrutar y ser vivida.
''La elección de materiales es clave en este proyecto'', afirma la arquitecta. Como se buscaba un hogar lleno de color, el punto de partida fue la baldosa hidráulica del salón, de la firma madrileña Mosaista, con tres tonalidades que marcan el hilo conductor de todo el interiorismo: rosa, azul y verde. A raíz de estos tonos, la cocina se equipó con una isla central y armarios que se extienden naturalmente hasta el salón, dibujando una pieza continua, clara y elegante.
Para fabricar la cocina se recurrió a CUBRO Design (expertos en personalizar cocinas de IKEA), eligiendo madera de cerezo para todo el conjunto, un material con toques cálidos que dialoga a la perfección con la baldosa. En la isla central, la cuarcita verde logra que este elemento acapare toda la atención.
Al atravesar un pasillo rosa se llega a la zona de noche, donde la baldosa se transforma en parquet de roble natural, dando forma a un espacio más cálido que anuncia la presencia de los dormitorios y los baños.
Ambos dormitorios son generosos y disponen de amplios vestidores. Para diferenciar cada habitación se eligieron papeles pintados de Coordonné que responden perfectamente a los materiales del resto de la vivienda.
En el baño principal, se emplearon tonalidades más suaves de los mismos colores. Mientras la baldosa hidráulica domina el espacio, la ducha alicatada en un verde menta aporta una dosis de frescor. La estancia se completa con el mobiliario de Fiora Bath para el lavabo, combinado con la grifería dorada de Icónico.
Proyecto e información: Cortesía de Paula Mena, de Estudio Yeyé.