- Un apartamento de 55 m2 muy bien aprovechado en Barcelona.
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En pleno centro de París, a unos 200 metros de la histórica Ópera Garnier, se encuentra este coqueto apartamento pequeño, de 42 m2 y con una terraza de 9 m2. El edificio fue construido durante la revolución francesa de 1789 y siempre ha combinado las funciones residenciales y comerciales.
Su propietario es un joven treintañero que adquirió el apartamento hace dos años y que vive solo, así que su deseo era contar con un gran salón con acceso a la terraza, una cocina funcional y mucha luz natural en todos los espacios.
¿El problema? Que el salón original era más pequeño que el dormitorio. Muchos pisos parisinos sufren la falta de metros, así que tienen soluciones tan originales como este piso pequeño estilo loft de 20 m2. Además, el apartamento únicamente disponía de dos ventanas exteriores y una pequeña claraboya. Los arquitectos de studiobravo se pusieron manos a la obra y comenzaron eliminando la cocina existente para convertirla en el dormitorio (la zona más oscura del apartamento). ''Nuestro objetivo era crear un gran salón abierto a la terraza y llevar la luz natural a todo el apartamento'', comentan.
El baño se diseñó con una pared de vidrio translúcido con líneas oblicuas y actúa como puente entre la zona de noche y la de día. ''Durante el día, aporta luz al dormitorio. Por la noche, se convierte en una caja de luz que ilumina todo el apartamento. Las líneas oblicuas también dinamizan el espacio interior al crear varias perspectivas'', explican los arquitectos.
En la entrada de la vivienda se creó un área de almacenamiento para zapatos, abrigos...
La decoración del salón es muy masculina y minimal, como en este apartamento con un interiorismo 100% minimalista. Se ha elegido un banco multifuncional de madera negra diseñado con dos niveles, que parece levitar sobre el suelo. La parte superior hace las veces de asiento para el comedor, mientras la parte inferior funciona como sofá o sofá-cama cuando hay invitados.
La cocina es muy funcional y cuenta con una amplia encimera de acero inoxidable y mucho espacio de almacenamiento. Está totalmente equipada con horno, lavavajillas, vitrocerámica negra y un espacio oculto dedicado al microondas, junto con la nevera empotrada que contribuye a la atmósfera minimalista. También se diseñó una isla de cocina móvil. Este mueble hecho a medida está hecho de plástico reciclado, agregando un poco de color y diversión a la estancia.
La zona de noche está situada en el extremo más oscuro del apartamento, separada por una puerta de doble cristal que puede actuar como una barrera contra el ruido, pero que también permite que entre la luz natural.
Todo el dormitorio (incluyendo las vigas vistas de madera) está pintado en azul klein, un color intenso y vibrante que crea una estancia íntima y muy personal.
También hay un vestidor en el dormitorio, ubicado frente al baño para aumentar la sensación de espacio y aportar más luz natural al vestidor.
El baño está planteado como un espacio minimalista con azulejos blancos que cubren paredes, puerta, suelo y techo. El lavabo blanco tiene una forma rectangular que combina con la sensación de "limpieza geométrica" de la estancia, y toda la grifería es de color negro a juego con el inodoro oculto detrás.
Antes de la reforma
Proyecto e información: Cortesía de Marion Richard y Thomas Pellerin, arquitectos y co-fundadores de studiobravo.