La relación de nuestra lectora Rocío con su casa fue, en sus propias palabras, ‘’amor a primera vista’’. Se trata de una vivienda de nueva construcción con dos plantas y jardín, ideal para disfrutar de una vida relajada en familia.
En el interior, la doble altura del salón y el tragaluz otorgan mucha luminosidad natural a toda la vivienda.
El tamaño de la cocina era lo único que no terminaba de convencer a Rocío. ¿La solución? Como disponían de un tendedero, decidió anexarlo a la estancia concibiendo un office que goza de iluminación directa de la calle, e iluminación desde el salón a través de una cristalera de hierro.
El área de noche se divide en tres dormitorios con ventanas de pared a pared: la habitación principal, la del peque, y otra que funciona como despacho y se encarga de acoger a los invitados de la familia.
La decoración, de un marcado estilo nórdico contemporáneo, se completó con el papel pintado que encontramos en casi todas las zonas.
La habitación del niño es la única habitación que rompe con la uniformidad de colores.
Información: Cortesía de Rocío Gómez.
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