Cuando nuestra lectora Paula adquirió esta buhardilla en el barrio barcelonés de las Tres Torres, solo contaba con una habitación y dos baños (un aseo y un baño con una bañera enorme). Tras la reforma (te dejamos abajo las fotos del antes para que flipes un poco), la vivienda pasó a tener tres habitaciones y dos baños completos con ducha. Además, el espacio que ocupaba la cocina se convirtió en la suite principal, quedando la primera integrada en el comedor.
En cuanto a la decoración, el estilo nórdico protagoniza todas las estancias. Un nórdico donde no faltan los tonos cálidos y enérgicos como los amarillos o mostazas que se entrelazan con los grises y las fibras naturales.
Decorando las paredes de esta esta zona encontramos dos láminas del Museo de Arte Moderno de San Francisco, y otra del MoMA de Nueva York.
El rincón de lectura se decoró con una silla butterfly de Casa Viva y un puf de Westwing sobre una alfombra en los mismos tonos amarillos con motivos geométricos.
Las vistas al Tibidabo pueden contemplarse desde la habitación de matrimonio y el comedor. La primera se diseñó con baño en suite aprovechando la forma del techo, en la misma gama de amarillos y grises que domina el salón.
El armario del dormitorio original se aprovechó pintándolo de blanco, y se añadió un sofá-cama con escritorio, todo de obra, para la hija de Paula.
La habitación del niño se construyó en el antiguo baño con bañera.
ASÍ ESTABA ANTES DE LA REFORMA