Cuando Pilar se puso en contacto con nosotros para mostrarnos la reforma de su casa, no dábamos crédito. ¡Qué vivienda tan acogedora! Ubicado en una urbanización de Benidorm, este piso de 160 m2 tenía cuatro dormitorios, dos baños, un aseo, salón-comedor, cocina y lavadero, así como dos terrazas pequeñas. La distribución de la casa giraba en torno a un pasillo muy largo lleno de puertas que Pilar aborrecía, así que decidió tomar cartas en el asunto.
Comenzó separando su dormitorio y el de su hijo con el fin de ganar ambos más independencia. Después, anexó al salón una habitación colindante para hacer una cocina americana muy amplia. El resultado es una vivienda con tres dormitorios y una pequeña zona de ordenador cerca de la habitación principal (sin olvidarnos de las múltiples casitas de Pipi, su simpático pajarillo).
En cuanto a la decoración, Pilar apostó por una mezcla de estilo nórdico y boho, con una gama de colores neutra y muy clara que le permite jugar con los textiles y los complementos en función de la época (algo que le encanta).
En la cocina americana y en el dormitorio principal, las vigas de madera se pintaron de blanco al igual que toda la carpintería de la casa.
Para el suelo se eligió una tarima de tablones en grises.
Los muebles de cocina se escogieron en negro mate con encimeras de madera de roble de IKEA, contrastando con las paredes de ladrillo blanco. La chimenea de bioetanol separa visualmente la cocina de la zona de sofás.
Los baños se revistieron con azulejos blancos tipo metro y detalles como los grifos en color negro. Parte de los muebles eran de Pilar, y otros los compró junto con los complementos en Maison du Monde, Casa, Sklum y otras tiendas locales.
Proyecto e información: Cortesía de Pilar García Álvarez.
