La casa rústica de nuestra lectora Andrea está en Barberà de la Conca, un bonito pueblo de Tarragona ubicado en una colina desde la que se pueden disfrutar de unas vistas magníficas sobre toda la comarca. Aunque la rehabilitación no se ha podido completar por la pandemia, toda la zona del salón, la cocina, el recibidor y, en la primera planta, el dormitorio y el baño principal, se han reformado siguiendo el proyecto de un interiorista portugués: João Paulo Assunção.
La estructura se encuentra en el casco urbano y tiene unos 200 m2 distribuidos en cuatro plantas que se desarrollan principalmente en longitud. Actualmente, el sótano cuenta con un espacio diáfano de unos 4 metros de altura que en el futuro se destinará a la creación de un loft independiente.
En la planta a pie de calle están el recibidor —donde destaca una reja retroiluminada que da luz al espacio—, un lavabo de cortesía, la cocina —en una sala de paso que los anteriores propietarios no utilizaban para ninguna función específica—, y por último, el salón, con un gran sofá de obra en forma de L y acceso a una de las terrazas con vistas panorámicas.
En la primera planta encontramos el dormitorio principal con la estructura de cama y las mesitas de obra, una gran terraza de unos 30 m2, el baño principal y un espacio que próximamente se convertirá en vestidor. El recorrido culmina en la segunda planta, con dos habitaciones de invitados y otro lavabo que aún no se ha podido reformar, aunque el decorador ya tiene el proyecto hecho y aprobado.
Ya que los muebles son de obra, no hay firma que mencionar aparte de João Paulo Assunção. De hecho, la mayoría de las piezas y objetos decorativos proceden de mercadillos de antigüedades y de Wallapop.
Proyecto e información: Cortesía de Andrea Molino.