Todo sobre los mariscos: variedades, cómo reconocerlos y... ¡cocinarlos!

Gambas, pulpos, almejas... la diversidad de mariscos es tan amplia como las formas de cocinarlos. Conoce algunas variedades y pega un mordisco al océano.


    El marisco no falta nunca en las mesas festivas, en las celebraciones, pero en realidad cualquier comida o cena es una buena excusa para disfrutar su sabor y beneficiarnos de sus muchas y buenas propiedades nutricionales. Estos tesoros marinos son uno de los manjares más preciados se preparan en muy poco tiempo y permiten elaborar un sinfín de platos y recetas desde entrantes a platos principales. Cocidos, a la plancha, rebozados, o para hacer un fresco y delicioso ceviche.

    Propiedades de los mariscos

    El marisco, contienen proteínas de alto valor biológico, además de minerales y vitaminas muy saludables. Como el pescado azul, los mariscos son ricos en ácidos grasos poliinsaturados.

    Auténticos manjares sobre la mesa, los mariscos contienen importantes propiedades nutricionales, como las proteínas, minerales y vitaminas A, B y D. Están formados principalmente por agua, con lo que su contenido calórico es muy bajo.

    A pesar de sus grandes cualidades, no se debe abusar de los mariscos, ya que muchos tipos de marisco tienen un alto contenido en colesterol, además de purinas y proteínas de carácter alergénico.

    ¿Sabias que...? No es recomendable chupar la cabeza de gambas o langostinos por su alto contenido en cadmio, pero sí se pueden los apéndices o las patas.

    Variedades más populares de mariscos

    Los mariscos pueden dividirse en tres grupos: crustáceos como langostinos, cangrejos o gambas; moluscos como mejillones, almejas, o pulpos y equinodermos como erizo de mar.

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    • Mejillones o mitílidos, tienen una concha sólida de forma triangular. Al comprarlos, elige los que no estén astillados y bien cerrados. Límpialos a conciencia y cocínalos al vapor, a la marinera, rellenos o con pasta.
    • Gambas. Las más habituales, las blancas, las que tienen un tono naranja, y las rojas, algo más costosas. De textura suave y jugosa, las puedes presentar al ajillo, en un cóctel con lechuga, al horno o con arroz.
    • Cigalas. De cuerpo alargado y pinzas largas y espinosas, es el crustáceo que aporta menos calorías. Habita en los fondos de arena y fango de mares y océanos. Un alimento bajo en calorías y con un gran aporte en proteínas que admite múltiples preparaciones: a la plancha, al horno, en una zarzuela o a la caldereta.
    • Bígaros o caracoles de mar. De concha dura en forma de espiral, necesitarás un palillo para extraer la carne. Cuécelos con agua, sal y 3 hojas de laurel y ¡listos!
    • Langostinos. Similares a las gambas, se diferencian por ser más grandes, por su color más rosado y por tener una carne más dura.
    • Gambón rojo. Esta joya del Mediterráneo -Palamós, Denia o Garrucha- es jugosa, con textura transparente y cristalina. Para realzar su sabor hay que hacerla (poco) a la plancha.

      Cómo cocinar las cigalas. Poner al fuego agua fría y 40 g de sal por litro. Echar las cigalas y, al romper a hervir, dejar 1,5 min. Después, pasarlas a otro cacharro de refresco con idéntica proporción de agua, sal y también hielos.

      • Ostras. Es uno de los mariscos comestibles más apreciados, siendo su modo más habitual de consumo frescas y crudas. Añade limón o vino blanco, ¡te sorprenderá!
      • Almejas. Molusco de concha delgada y estrías. Su gran sabor permite hacerlas en salsas o en platos con pasta o fabes.
      • Buey de mar. Sus primeras patas tienen pinzas grandes, fuertes y con la punta en negro. Lo puedes cocer, rellenar o hacer un rico pastel.
      • Centollos. Deliciosos cangrejos de mar, una vez cocidos es básico limpiarlos bien arrancando la solapa del vientre. Separa en dos el caparazón y elimina las láminas grises, pero conserva los corales -si es hembra-. Retira las patas y parte el cuerpo en trozos. Mezcla su carne con vino albariño o agua de cocción y sirve en la carcasa.
      • Vieiras. Una vez abiertas con un cuchillo, déjalas en agua, para que suelten toda la arena. Una preparación exprés es dorarlas por cada lado en una sartén, pero también se pueden hacer a la gallega con un sofrito de cebolla, ajo, jamón serrano, tomate y sal. Se mezcla pan rallado con perejil y se cubre la concha con la vieira encima. Hornea 15 minutos más o menos.
      • Pulpo. El gallego, fresco, solo es posible comprarlo desde octubre hasta marzo. Se cocina principalmente “á feira”, con cachelos y un toque de pimentón, o a la brasa.
        ¿SOLOS O ACOMPAÑADOS? El marisco es uno de los ingredientes más versátiles, pero por sí solos son una exquisitez.

        marisco
        • Pez aguja. Sabroso pescado azul con pocas espinas y alto contenido en proteínas y grasas insaturadas y Omega 3. Exquisito a la plancha o frito, también en conserva: añádelo a las ensaladas, como tapa de aperitivo...
        • Salmonetes. Hay dos variedades, de roca y de fango, siendo más apreciado la primera. Su contenido en yodo supera a la mayoría de los pescados. Cuando son grandes, están riquísimos al horno o a la plancha, si hemos sacado los lomos. Los pequeños, mejor en fritura.
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        Cómo limpiar los calamares

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        Separa el cuerpo de la cabeza, saca la bolsa de la tinta y aparta las patas. Para el cuerpo, retira la piel que la recubre y las alas. Saca la pluma. Lava bien, dale la vuelta y vuelve a lavar. ¡Listo!

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