Cuando dos hermanos tienen que compartir dormitorio hay que echar mano de la imaginación para aprovechar el espacio de la mejor manera posible para que quepan en un mismo espacio las dos (o tres) camas que hagan falta y los muebles necesarios para poder mantener el dormitorio ordenado. En este caso, el dormitorio que tenían que compartir dos hermanos se equipó con una litera en esquina súper práctica que esconde mucho espacio de almacenaje.
La amplitud fue un magnífico aliado a la hora de decorar este dormitorio para dos hermanos. "Formaba parte de un proyecto completo en una vivienda situada en una de las zonas más nobles de Palma de Mallorca. De ahí las amplias dimensiones de la habitación y la generosa altura de los techos", explica Andrea Pussin, propietaria de Organic Studio, que se ocupó de su interiorismo y decoración. Se trataba de "sanear toda la estancia, respetando el pavimento existente, y de realizar una distribución acorde a las necesidades de los más pequeños de la casa". Andrea recurrió al programa de mobiliario infantil Nidi, "porque aúna diseño, calidad y versatilidad".
Con los muebles, Andrea planificó una distribución con "diferentes espacios donde pasan cosas. Una simple escalera lateral para acceder a la litera superior se convierte en un entretenimiento fascinante y en motivo de juegos para los peques. Una librería hace de elemento separador, confiere initimidad a la camita inferior y convierte el otro lado en un lugar divertido donde dejar volar la imaginación", nos explica la interiorista de Organic Studio. En cuanto al mural con naves espaciales, estrellas y cosmonautas que recorre la pared de las zonas de descanso y juego, se cortó y adaptó a cada espacio con la idea de "crear una experiencia inmersiva para los niños". Y su alegría, cada día, demuestra que el objetivo se ha conseguido.
El centro del dormitorio, despejado, es un paraíso para jugar. Y nada debe alterarlo. Por eso se adosó a la pared una composición modular en la que caben muñecos, puzles… Su altura es perfecta para montar en ella las figuras de Lego.
¿No hay escalera? Sí, pero no la tradicional. A la litera alta se llega a través de tres módulos escalonados que hacen de peldaños y tienen espacio de almacén. ¡A los niños les encanta escalarlos! Una balda en la pared con tope, para que nada se caiga, sirve de mesilla.
Al colocar las camas en forma de L, se logró una distribución dinámica. De este modo, la cama inferior también dispone de luz natural. La superior se apoya en una librería sin trasera que delimita la zona de descanso. La mesilla, con ruedas, se puede trasladar si hace falta
Rincón de lectura
Los hermanos son felices en su espacio secreto, sentados sobre cojines. La interiorista dejó esta zona despejada de muebles para que los peques lean, se tumben, traigan a sus amigos, jueguen… El gran astronauta forma parte de un mural con estampado espacial de la firma Little Hands Wallpaper, que reviste toda la pared. Andrea lo modificó para hacer coincidir los motivos que interesaban allí donde ella quería.
Para hacer los deberes: su propio escritorio
La mesa de estudio se orientó de espaldas al resto de la habitación. Si no ven la alfombra —con tanto espacio para jugar— ni las literas, nada podrá tentarles… El escritorio se situó entre dos armarios roperos, uno para cada hermano. En la pared se colocaron elementos que ayudan a trabajar mejor, como el panel imantado o los archivadores verticales.
PELUCHES
Todos los adoran porque son suaves e incluso duermen abrazados a ellos. Precisamente por eso, interesa mantenerlos lo más limpios posible. Lávalos regularmente. Y aquellos que utilicen menos, es mejor guardarlos en cajones para que no acumulen polvo: el día que quieran cogerlos, estarán perfectos.
JUGUETES
Es fundamental que, cuando tu peque sepa que se ha terminado la hora de jugar, guarde piezas, muñecos, etc. en lugares ya asignados. Cuanto más espacio de almacén tenga en su cuarto, más fácil será cumplirlo. Acuerda con él dejar a la vista solo alguno que le guste mucho y sea de fácil limpieza.
Realización: Andrea Pussin.
