- Cómo elegir la cuna y montar el cuarto de bebé perfecto.
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Los dormitorios de bebé abarcan un rango amplio de edad, desde que nacen hasta que cumplen los 3 años. Es una etapa de crecimiento continuo, quizá sea el mayor desarrollo vital, tanto a nivel fisiológico como psicológico. Necesitas estimularle, arroparle y cuidarle, así que toma papel y lápiz y comienza a planificar el pequeño universo de tu pequeño.
Claves para decorar un cuarto de bebé
Todos los detalles suman puntos para que el recién nacido esté a gustito. Debes crear un ambiente plácido y cálido, donde reine el amor, pero también un entorno seguro, porque vas a amueblar una habitación crecedera. Una buena idea es hacerte con una cuna evolutiva o crecedera, es la solución perfecta para olvidarte durante sus primeros años de mejorar su descanso, aunque no debes renunciar a la elegancia, como en esta sofisticada propuesta de Pepe Peñalver.
Crea una atmósfera feliz y con armonía, pon alguna luz quitamiedos, evita siempre el desorden y equipa bien el cambiador. Es un lugar muy importante, así que ten a mano todo lo que necesitas para superar algunos momentos críticos.
Además de los cajones para los cambios y su ropa y cestillos para pañales, esponjas y toallitas, conviene que instales una estantería para dejar las cremas, colonias o cepillos. Así tendrás siempre una mano libre para sujetar al bebé. Es bueno saber cómo distribuir el mobiliario en el cuarto del bebé.
Los colores tienen un impacto directo sobre nuestras emociones y comportamientos, así que conviene conocer su efecto para jugar con las diferentes tonalidades en la decoración. Otra opción es renovar las paredes con efectos especiales: pintando en rayas, con zócalos, paneles forrados...
¿Cómo pintar la habitación del bebé?
Saber crear atmósferas más cálidas, o que inciten al estudio, es un punto clave para que tus hijos aprendan, jueguen y duerman mucho mejor. En realidad, la psicología del color afecta a toda la familia, por lo que te recomendamos conocer los colores más relajantes para pintar tu casa. Solo un consejo, elige papel pintado lavable, porque en la etapa infantil necesitan explorar cada rincón de la casa y las paredes son un lienzo en blanco.
Para gustos, los colores. Así lo demuestra una encuesta realizada por los interioristas de Homedit.com, sus conclusiones desgranan que el 52% de los padres deciden pintar el cuarto de bebé en amarillo y tan solo el 6% deciden apostar por el rojo.Vamos a ver cómo funciona la psicología del color en los bebés, pero te recomendamos que siempre sigas tu intuición, porque nadie conocer mejor a tu hijo que tú...
El blanco ofrece amplitud a la habitación y refleja como ningún otro tono la luz exterior. Esta pintura es atemporal, por eso tienes que dar estilo al dormitorio estudiando buenas combinaciones con otras gamas. Utiliza vinilos con su nombre o sus personajes de cuento favoritos para crear un juego visual con los colores más oscuros. Detalles para copiar en una cuarto de bebé en blanco.
El gris es un color neutro que crea una atmósfera muy soft. El gris perla o el tono visón son ideales para dimensiones más pequeñas, pero si dispones de más metros puedes subir la intensidad para cubrir las paredes con un gris más oscuro. Otra opción es pintar detalles utilizando distintos tonos de negro. Rompe con la sobriedad, como hicieron Laura Escanes y Risto Mejide al elegir el color del cuarto de su hija.
Los tonos tostados y tierra son una apuesta segura para los dormitorios de niños y adultos. La paleta de cremas —aportan luminosidad— puede llegar hasta el marrón chocolate —para dar contraste—, así que las combinaciones son infinitas. La idea es que apuestes por los tonos suaves para pintar la habitación del pequeño.
El amarillo es el símbolo del sol y de la luz, de la felicidad y la calidez. Los tonos amarillos —que eligen el 52% de los progenitores— son unisex y muy motivadores. Además, resultan neutros para realizar un buen interiorismo del dormitorio. Sin embargo, hay que tener en cuenta la intensidad, ya que si tiene mucho brillo provoca el llanto de los bebés. Si te gusta el amarillo Minion, mejor que lo dejes para otras estancias de tu casa.
El color rosa siempre se ha utilizado para crear una atmósfera romántica, pero pintar las paredes en fucsia o rosa empolvado va ganando adeptos. Nada menos que el 37% de los padres consideraba que este color es muy relajante. La intensidad puede marcar la personalidad del bebé. Si es muy tranquilo, lo ideal es que sea un rosa palo; mientras que si es vivaz y alegre, le irá muy bien un rosa más oscuro, que se puede combinar con mobiliario blanco para equilibrar el dormitorio de la princesa de la casa.
Después de elegir la pintura, es importante que el mobiliario y los textiles estén engamados.
¡Atrévete con los estampados en el mismo tono!
Es el color de la serenidad y el equilibrio, así que no dudes en utilizar el púrpura en algún rincón del dormitorio infantil. Es una excelente combinación de enérgico rojo y el relajado azul. También una paleta muy rica, tanto para niños como para niñas, y es muy recomendable para intensificar su capacidad intelectual. Tiene más aceptación de lo que parece, ya que el 31% de los encuestados se decantó por este tono, según Homedit.com
El azul es uno de los grandes clásicos para decorar la habitación de un bebé. Sin embargo, ocupa la cuarta posición de este ranking. Este color frío tiene efecto sedante, así que es capaz de reducir las pulsaciones y ayudar a los bebés a la hora de dormir. ¡Cuidado! porque si eliges un azula demasiado oscuro puede perder este efecto calmante.
La quietud es la mayor propiedad del azul celeste, así que si buscar armonía en la habitación de tu pequeño será la mejor elección. Y si quieres añadir fantasía y diversión deja tomar partido a los estampados del papel pintado.
Con el verde conseguirás que tu hijo se concentre mejor, así que es perfecto para dormitorios crecederos; así no tendrás que pintar la habitación tan a menudo. El verde se identifica con la naturaleza, trasmite energía y vitalidad. Es importante que el dormitorio disponga de mucha iluminación exterior para que estos tonos tengan el efecto détox deseado para tu hijo. ¿Por qué no pruebas el efecto del papel pintado?
El naranja es el color más alegre y comunicativo, aunque solo el 17% de los padres ha decidido pintar en naranja la habitación de su hijo. Está demostrado, en algunas terapias, que este tono ayuda a mejorar la fortaleza mental y también a estar más seguro de uno mismo, así que parece que todo son ventajas. Siempre ayuda el orden, así que busca soluciones para organizar su cuarto.
Rojo, el color del fuego. No parecer ser el favorito de los progenitores para decorar el cuarto del bebé. El rojo es pura energía y en niños muy inquietos puede ser demasiado estimulante. Sin embargo, para los pequeños más perezosos quizá sea el revulsivo que les permita ser más competitivos. Si no quieres pintar las paredes en esta gama, siempre tienes la opción de optar por muebles, lámparas o textiles en rojo que alegren el ambiente. Más ideas para alegrar las paredes de un dormitorio infantil.
Información de Homedit.com