Si quieres ganar metros y tienes una pequeña terraza que no utilizas, una buena solución es cerrarla e incorporarla al interior de la vivienda como zona de trabajo o estudio. Puedes crear un rincón de juegos, una zona de lectura, un vestidor… lo que te contamos en este artículo en cuanto al cerramiento lo puedes aplicar sea cual sea el uso que quieras darle al espacio.
En este caso, en este proyecto llevado a cabo por el equipo de Roma&Ro, la propietaria de la vivienda tenía una terraza entre dos habitaciones. Se cerró y se creó una zona de estudio, comunicada con los dormitorios, pero que se mantuvo independiente para que se pudiera aislar totalmente si se daba el caso de que alguien está trabajando y otra persona hace uso del dormitorio.
En cuanto al cerramiento. Es importante optar por uno de calidad que aísle la estancia de ruidos y temperatura. Elige un cerramiento acústico y térmico adecuado. Con rotura de puente térmico (para que la temperatura exterior no llegue a la cara interior del acristalamiento) o/y doble acristalamiento, si es necesario, según la ubicación. También debes tener en cuenta que los cerramientos pueden ser de aluminio o PVC en diferentes acabados.
La apertura de las hojas es importante en función de la distribución del mobiliario que escojas: hoja batiente (que resta más espacio interior) o corredera (siempre aislan menos). Si escoges batiente, la opción de oscilobatiente te permite ventilar sin tener que despejar la zona que queda delante del ventanal.
Por ganar intimidad o por temperatura o luminosidad, piensa en colocar estores en el ventanal.
En el caso de que se trate de una terraza de techo despejado, tipo ático o sin pisos encima, escoge un techo cerrado opaco o uno acristalado. En cualquier caso debes saber que este tipo de cerramientos suma peso a la estructura por lo que debes pedir permiso y consultar con profesionales que aseguren la calidad y seguridad de la obra.
En este caso, una terraza convertida en zona de estudio, te aconsejamos que escojas paredes de revestimiento mate, que evita los brillos, tan incómodos para trabajar.
Ubica la pantalla del ordenador en a la ventana (siempre que sea posible) para trabajar más cómodamente sin forzar la vista.
Debes tener un punto de luz general. También puntual, en la mesa. Colócalo a la derecha si eres zurdo y a la izquierda si eres diestro. Además, cuando anochece, un único punto de luz puede resultar intenso a la vista por lo que es recomendable que haya otro punto en el suelo o en otra mesita, ambiental suave.
Proyecto de reforma: Roma&Ro.
