10 ideas para rentabilizar rincones, vanos, altillos...

Los elementos modulares, que pueden ampliarse según senecesite, y las soluciones en kit, como éstas de Ikea, permiten sacar provecho a los rincones más increíbles. ¿Un ejemplo? Este baño.

Un cabecero multiusos que incluye también la mesilla... ¡qué ingeniosa fórmula! Ésta se ha fabricado en una hornacina, va provista de cajón y se ha revestido por completo de madera, como la parte superior del cabezal, que hace también las veces de librero y mueble auxiliar.

El interiorismo es de Egue y Seta.

Fíjate qué bien queda: una tabla con poco fondo, pero de considerable longitud, es fenomenal para ordenar cajas y tiestos en la parte superior de la pared de esta cocina. ¡Almacenaje extra de la forma más fácil!

El resultado siempre será bueno y funcional si adaptas al espacio disponible, como éste situado en esquinazo, estantes ajustados al ancho y de la profundidad del mismo. En este dormitorio infantil se ha rentabilizado de maravilla, con el fin de colocar libros, objetos decorativos, etc. Refuerza las baldas para que resistan el peso, sujetándolas por debajo con soportes o escuadras.

Car Möbel propone este mueble tan completo para solucionar el equipamiento de un espacio reducido y mal aprovechado. El modelo, dotado de estantes, puertas y mesa plegable, es perfecto para utilizar un area de paso y convertirla en zona útil, como un rincón de estudio.

La bicicleta así no ocupa espacio: un sistema de polea permite subirla y bajarla fácilmente. Y por si fuera poco el invento, se ha aprovechado también la ventana con una mesita para el ordenador hecha con una tabla de melamina sujeta por debajo con un pie en forma de escuadra. La mesa da cabida a dos taburetes industriales y la lámpara Cesta, diseño de Miguel Milá.

Este gran vano merecía que se le diera una función práctica. Y eso se hizo: junto a la ventana se colocó una mesa con sobre de cristal y caballetes Nordic Set, de Natura. Baldas de madera lacada hacen de estantería en el hueco. La silla de plástico, de Gloss & Raffles, aligera todo el conjunto.

No hay estructura arquitectónica que impida hacer buen uso del espacio, cuando hay imaginación. En esta habitación abuhardillada, se ha colocado un mini-armario debajo, a modo de somier de la cama, y la viga sirve de estante.

Qué mejor soporte para tener los libros a mano que este pequeño murete adosado a la pared junto al sofá. La esquina del salón se convierte en el mejor rincón de lectura: el sofá se apoya en la pared, debajo la ventana que deja pasar la luz natural, y por la noche, una lámpara de acordeón lo ilumina.