Con un terreno de 650 m2 y un espacio habitable de 140 m2, esta casa, bautizada como The Black House, se encuentra a las afueras del municipio alemán de Wolfhagen. La construcción, con estructura de madera, mide aproximadamente 10 metros de largo y 6 metros de ancho, y cuenta con dos plantas. Aunque si por algo llama tanto la atención es porque esa estética rabiosamente minimalista.
Los arquitectos Nina y Michael Bohl, decidieron darle a la vivienda un carácter escultural a través de las formas y los detalles claros, en contraste con los tonos oscuros. Para la fachada, seleccionaron madera de alerce local, y la pintaron en un intenso gris que la hace destacar del resto de casas del vecindario.
Distribución exterior
A través de unas puertas correderas llegamos a la terraza. Sobre una tarima de madera se dispone un área de comedor y una zona de asientos. En el lateral de la fachada, otro pequeño porche permite descansar al fresco en dos tumbonas.
Zonas comunes en la planta baja
La planta baja dispone de un rellano de hormigón. A través de este y a lo largo del pasillo, se encuentran el cuarto de limpieza, la despensa y el baño. En la zona oeste, la vivienda se abre a través del pasillo a un amplio salón-comedor y cocina, que recibe la luz natural a través de las puertas correderas de vidrio.
El suelo de hormigón pulido le da al salón un toque industrial, que a su vez armoniza con el techo de madera.
Junto con las paredes y el techo pintados de blanco, la planta baja exhibe un carácter muy industrial, aunque hogareño.
Una escalera con peldaños de madera flotantes, conduce al área privada en la planta superior. Como ves, los tablones de madera continúan siendo los protagonistas del suelo, duplicando la luminosidad gracias a su tonalidad clara.
A lo largo del pasillo se encuentran los dormitorios principales, dos habitaciones infantiles y un baño.
Con tanto espacio por delante, ¡nadie podría sentir claustrofobia en esta casa!
Proyecto e información: Cortesía de Nina y Michael Bohl.