El deseo de ampliar, ganar luz, conseguir una distribución óptima, la necesidad de crear una zona de trabajo o donde jueguen los niños… Todas ellas son razones para querer cambiar el salón. Quizá te motive solo una, pero es probable que esta sea el punto de partida y después te animes a más transformaciones. ¿Por dónde empezar? Para averiguarlo hemos preguntado a dos conocidos estudios de interiorismo.
"En la distribución de un espacio —comienza The Room Studio— hay que tener en cuenta siempre la orientación de la vivienda para poder obtener la mayor cantidad de luz natural posible, y cuáles son las necesidades principales de los propietarios. Se deben plantear diversas áreas diferenciadas y con un estudiado proyecto lumínico; esto es imprescindible para crear ambientaciones distintas en zonas comunes". En el estudio Egue y Seta comparten la misma opinión y añaden "aunque nos cueste reconocerlo, un punto importante es la ubicación del televisor, que en muchos casos es el eje sobre el cual gira la estancia".
Les preguntamos también por los salones open concept, más amplios porque incorporan la cocina. ¿Qué aconsejáis para que el resultado final sea impecable y el nuevo espacio, confortable? Egue y Seta recomienda "analizar el uso real de ambas zonas, ya que muchas veces diseñamos para esos momentos que luego nunca llegan o lo hacen muy puntualmente (el famoso “y si” vienen familiares, "y si" vienen amigos, "y si"…).
En caso de un uso continuado de la cocina, con grandes elaboraciones, debemos tener en cuenta la instalación de una campana potente; o delimitar el ambiente mediante algún paramento versátil para abrir/cerrar en función del momento". En The Room Studio señalan: "espacios abiertos, pero siempre diferenciados entre ellos. Nos ayudamos en detalles como incluir campanas de techo que no rompan la visión del salón o el cambio del pavimento, marcando cada una de las zonas con uno diferente". Un aspecto que se suele ignorar, y que para ambos estudios resulta fundamental, es la iluminación del salón. Es clave "tener en cuenta —indican desde Egue y Seta— el tono de la luz, que debe ser cálido, y hacer una selección de las áreas que queremos destacar y las que no".
"En general —continúa— este contraste es importante; solo con la oscuridad lograremos enfatizar las zonas de luz". En esa dirección apunta The Room Studio, "optamos por luminarias cálidas, colocadas en rincones de manera estratégica: lámparas de pie, suspendidas o de mesa. Las acompañamos de otras piezas auxiliares para que creen un conjunto perfecto o donde queremos focalizar para destacar un elemento. Buscamos una luz suave o difusa, y generalmente, regulable para adaptarse a los diferentes usos que se den a lo largo del día".
Por último, les preguntamos por la adaptación del salón al teletrabajo a raíz de la covid-19. ¿Cómo debe ser el nuevo espacio? The Room Studio aconseja "que la iluminación natural sea uno de los principales factores, ya que es imprescindible tanto para trabajar con comodidad como su influencia a nivel emocional. Además, debe estar situado en un área recogida donde haya poco tránsito y sonido, para evitar las distracciones y los ruidos molestos". Para Egue y Seta "es básica la conectividad, la pantalla en perpendicular a la entrada de luz y el almacenaje para no ensuciar la visualización del área que podamos invadir".