Con el cambio de hora, la noche llega mucho antes de lo deseado y se hace imprescindible encender los interruptores mucho antes. Esto se resiente. Y mucho. Así pues, además de otros hábitos generales como controlar la temperatura con termostatos y programadores o utilizar electrodomésticos eficientes, ahorrar en iluminación mediante bombillas LED es una de las soluciones de ahorro más eficientes de cara al invierno. El 5% del consumo eléctrico de una vivienda corresponde a la iluminación. El ahorro a través de buenos hábitos hará que nuestro presupuesto no se resienta a final de mes. ¿Cómo hacerlo?
ELIGE LA BOMBILLA ADECUADA
Una tradicional de 100w equivale a una fluorescente de 30 W, una halógena de 50 W o, lo que es mejor, a una bombilla LED de 15 W. Para proporcionar la eficiencia energética adecuada en cada hogar, es necesario elegirla según la estancia. Así podremos sacarle el máximo partido.
TIPOS DE BOMBILLAS
Existen varios tipos de bombillas con características diferentes. Por ejemplo, las LED son las más eficiencies. Tienen una vida útile de entre 15.000 y 25.000 horas (unos 10 años) y ayudan a reducir el consumo de energía en hasta un 90%.
Del mismo modo, las halógenea ecológicas permiten ahorrar entre un 20 y un 30% respecto a una bombilla tradicional, durando el doble de horas (2.000h).
¿BENEFICIOS?
Encendido instantáneo, vida útil larga, alta eficiencia energética (A+), buena reproducción del color, no tienen mercurio (sustancia muy tóxica), no se calientan...
Así pues, aunque su precio es mayor, merece la pena invertir en bombillas eficientes para ayudar a que nuestras cuentas se mantengan a raya cada mes. Una buena elección para todas las estancias, incluso para el exterior. Máxime en lugares donde la luz está encendida de forma constante.
