La búsqueda de una vida más respetuosa con el planeta, menos agresiva con el medio ambiente, más eficiente, más económica incluso, es una tarea a la que nos apuntamos cada vez más personas. Y es que vamos descubriendo que cada granito de arena que aportemos cuenta. Raro es encontrar a alguien que no recicle la basura doméstica, llevamos bolsas de tela a la compra y empezamos a mirar medios de transporte menos contaminantes.
Y ahora ha llegado el momento de las casas. Seguro que te suena eso de las "casas pasivas" o en inglés "passive houses", pero ¿sabes exactamente a qué se refiere esta expresión?
¿Que son las casas pasivas?
Se trata de construcciones que combinan comodidad y confort con un consumo de energía casi nulo.
¿Cómo deben diseñarse?
Han de plantearse para sacar el máximo provecho de una arquitectura bioclimática, es decir, rentabilizando el sol y la luz solar mediante la orientación, el estudio del clima y del entorno donde vaya a levantarse el edificio. Así se requerirá menos energía para calentar, enfriar y alumbrar una vivienda.
Un edificio mal aislado consume hasta un 30% más de energía.
Puertas y ventanas.
Son desde un punto de vista térmico, un elemento crucial y por ellas se producen las mayores pérdidas energéticas. Deben tener buena calidad y con un buen sistema de cierre.
Y los puentes térmicos...
Permiten disminuir las pérdidas de calor y evitar patologías debidas a la condensación, hongos, etc. Una capa de aislamiento continua, sin interrupciones y sin debilitamientos, evita los saltos térmicos muy bruscos.