Cómo cuidar los bonsáis: cuidados, variedades y riego
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La técnica del bonsái es de origen oriental. La traducción de la palabra bonsái indica ya de qué hablamos. Bon significa bandeja y sai, naturaleza. Es decir, plantar en bandeja. El origen de esta técnica está en China, aunque luego fue en Japón donde se perfeccionó y desarrolló. Se puede crear un bonsái a partir de una semilla o esqueje pero es un proceso muy largo, por lo que lo más recomendable es comprarlo ya con algunos años. La edad, junto con la complejidad de la forma del árbol, es lo que determina su precio.
Características de los bonsáis: preguntas frecuentes
¿Los bonsáis necesitan que los trasplanten? Es conveniente hacerlo cada 2 ó 3 años El trasplante se hace en primavera exceptuando los que estén floreciendo. De todas formas, si vemos que el bonsái deja de crecer, que las hojas amarillean o que las raíces salen de la tierra, hay que hacer un trasplante urgente.
¿Cuándo hay que podar el bonsái? La poda se realiza antes de la primavera, en enero/febrero Se hace no sólo para recortar las ramas y reducir la copa del árbol, sino para que el bonsái se fortalezca y goce de una excelente salud.
¿Cuánto tiempo puede llegar a durar un bonsái? Si lo cuidas bien, podándolo, regándolo como es debido puede llegar a vivir exactamente lo mismo que un árbol.
¿Qué tipo de maceta necesita un bonsái? El tamaño dependerá del que tenga el árbol. La base tiene que ser plana y la maceta ha de ser porosa y con un agujero de drenaje, así evitaremos que el agua se quede estancada.
Cuidados de los bonsáis
- Luz. El bonsái necesita la luz del sol para poder desarrollarse. Lo mejor es situarlo cerca de las ventanas pero teniendo cuidado de que no tenga una exposición intensa.
- Temperatura. Nunca debe bajar de los 10º C y, en el exterior, hay que protegerlos de las heladas. Si la temperatura supera los 15º C lo mejor es sacarlo unas 4 horas evitando el mediodía.
- Riego. La tierra debe estar siempre húmeda, riega al menos dos veces por semana. Si el agua es calcárea, déjala reposar antes. La vieja costumbre japonesa es regarlos 3 veces, una por la maceta, una por el suelo y otra por el árbol. El agua debe ser templada; pulverizarlos viene muy bien, ya que sirve para crear la atmósfera húmeda que necesita la planta.
- Abono. Utiliza abono orgánico sólido para bonsái durante primavera y otoño, el período de crecimiento. Si has trasplantado o podado sus ramas, no abones hasta 30 días después.
Problemas más comunes de los bonsáis
- Las hojas amarillean y la copa se vuelve frágil. Cuando esto ocurre se debe a que el bonsái tiene lombrices de tierra y las raíces se han podrido. Para solucionarlo, hay que trasplantar el árbol, limpiar las raíces y utilizar un fungicida especial para bonsáis.
- Las hojas tienen como algodón en el envés. Esto se debe a que tienen unos parásitos llamados cochinillas blancas o de algodón. Rocía con un insecticida las hojas enfermas.
- Las hojas tienen manchas grisáceas. Si el bonsái tiene las hojas con manchas de este tono, significa que están enfermas, por lo que hay que podarlas y pulverizarlas con fungicidas específicos.
- En el envés de las hojas vemos una fina telaraña. Eso es porque tiene araña roja y la causa son las altas temperaturas y un ambiente seco. Lo eliminaremos pulverizando las hojas con insecticidas durante aproximadamente un mes.