Antes de la reforma, esta terraza junto al jardín era un lugar sin apenas vida de hogar, bastante desaprovechada debido a la climatología de la zona donde se encuentra la vivienda. Al estar abierta, las inclemencias meteorológicas condicionaban por completo que los miembros de la familia pudieran usarla y sentirse a gusto. Ahora es todo lo contrario. El proyecto del estudio Sube Interiorismo la ha transformado en un espacio sumamente acogedor para utilizarla en cualquier época.
Pérgola de cristal. Ha sido la clave de su espectacular cambio. La instalación de una estructura con grandes paneles de cristal y perfilería en blanco (según diseño del propio estudio) ha logrado que la terraza permanezca protegida de la intemperie, sin perder un ápice de su luz natural. Además, ha quedado totalmente conectada con el jardín de la casa, a la vista y físicamente, gracias a su sistema de puertas correderas.
Dos ambientes bien diferenciados. Los metros de la terraza se han optimizado proyectando dos prácticos espacios. Una zona de estar en “L” para rentabilizar mejor los metros, con muebles modernos que encajan muy bien en esa distribución. En paralelo, un área para comidas donde la pieza estrella es una gran mesa de madera. Su diseño rectangular ha sido un gran acierto para aprovechar el fondo de la terraza.
El porche antes de la reforma
El porche después de la reforma
Claves decorativas
- Estilo natural. En los dos ambientes se apostó por madera de roble y ratán trenzado para las mesas y los asientos. Con ellos se ha logrado imprimir una gran naturalidad y calidez. Las butacas y el sofá son de Hübsch.
- Muebles livianos. Mesas con bases rectas, patas finísimas, tapas de mármol blanco y formas redondeadas. Han servido para crear una decoración amable, cómoda y nada pesada a la vista.
- Textiles tropicales. Los prints de la alfombra y la mantelería han puesto un efecto selva, y los cojines, con telas de Armura, subido la intensidad cromática.
Realización: Sube Interiorismo.
