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La primavera es la época más bonita del año… para algunos. Porque como seas alérgico, ¡estás apañao! Estornudos constantes, ojos rojos y más hinchados que Nemo… Vamos, todo un show digno de no recordar. Un problema que cobra todavía más importancia en ámbitos como el laboral, la conducción y hasta la sociabilización de las personas. Y es que según el último informe del comparador de seguros Acierto.com, casi siete de cada diez alérgicos afirman que su afección les impide llevar una vida normal.
De entre ellos, un 60% afirma que le impide cumplir con sus obligaciones laborales como lo haría habitualmente, y dos de cada cinco afirman que conducir se vuelve más complicado. En los casos más graves los alérgicos incluso se ven obligados a dejar de hacer vida social. Terrible, ¿no crees?
Pero aunque los milagros no existen, hay varias soluciones que te ayudarán a sobrellevar estos meses, mismamente apoyándote en la decoración de tu casa. ¿Quieres saber cómo? Sigue leyendo, ¡que te lo contamos!
Para empezar, algo tan obvio como importante es mantener la vivienda bien limpia. Puedes utilizar un robot aspirador que se encargue de dejarla como una patena por ti, y mantenerte así lo más lejos posible del temido polvo. Además, si tienes mascotas te vendrá de perlas, ya que son muy eficientes absorbiendo los alérgenos provenientes de nuestros bichillos.
Eso sí, no te acerques a los plumeros, porque forman auténticas coreografías de polvo. Es mejor que optes por paños específicos, y si los productos químicos te sientan mal, usa una mezcla de vinagre y agua para limpiar. ¡Natural y eficaz!
También deberías saber que las concentraciones de polen son mayores durante las primeras horas del día y a la tarde. Por eso, si puedes permitírtelo, ventila la casa al mediodía, y deja las ventanas cerradas el resto del tiempo. Además, cuando el recuento de polen es alto, no deberías secar la ropa fuera, ya que este puede adherirse a las prendas. Los humidificadores y ozonizadores tomarán el relevo para purificar el aire del interior.
En cuanto a la decoración de tu casa, tendrás que abogar por la vida minimalista (al menos durante unos meses). Por ejemplo, los muebles de líneas rectas y sencillas se limpian mucho más fácil que otros llenos de texturas y recovecos.
¿Lo ideal? Que tengan las puertas cerradas para evitar la acumulación directa de polvo sobre las baldas. De hecho, si formas parte del equipo de coleccionistas de figuritas, será mejor que las guardes durante un tiempo, porque no hay peor cosa para la alergia que una estantería a rebosar de objetos.
El siguiente paso será deshacerte del exceso de cojines, mantas y alfombras, porque son auténticos imanes del polvo. Aunque si no puedes vivir sin alfombras, elígelas de fibras naturales como el yute, el coco, el bambú o el sisal. Por el mismo motivo, nada de utilizar cabeceros tapizados. Sí, quedan monísimos, pero no te convienen (como aquel chico que te gustaba a los quince).
¿Cortinas y persianas o... estores? En este caso, ganan los segundos, sobre todo si son enrrollables y están hechos con materiales sintéticos fáciles de limpiar. ¡Y dile adiós al polvo, al moho, y a los insectos!
Los colchones también se merecen un punto aparte, ya que en los tiempos que corren existen un montón de modelos diferentes de látex y viscoelástica, diseñados específicamente para paliar las alergias.
Otros consejos referentes a la limpieza son: cambiar la ropa de cama con mayor frecuencia de la habitual; limpiar el moho del baño con asiduidad para evitar la propagación de esporas; y cambiarte de ropa en cuanto llegues a casa para evitar transferir el polen al ambiente.
Si eres sensible a las alergias y sobre todo a las alergias de primavera, toma buena nota de cómo debes mantener la limpieza de tu casa para evitar que los molestos síntomas de la alergia te agoten.
Son rutinas sencillas que debes empezar a aplicar en la limpieza de tu casa si tú o alguien en casa sufre algún tipo de alergia.
Frenar al polen
Se recomienda ventilar a medio día porque a primera hora de la mañana las concentraciones de polen son más altas. Para las cortinas, elige telas finas que no acumulen el polvo y fáciles de lavar. Si han empezado a amarillear, déjalas la noche anterior en agua caliente con 2 tazas de bicarbonato.
Cómo limpiar tu biblioteca
Si tu intolerancia está relacionada con los ácaros del polvo, revisa una de las zonas donde más se acumula: los libros. Pasa un trapo atrapapolvo y en los lomos un cepillo de cerdas suaves. Para las cubiertas de cuero, un paño con un poco de vaselina.
En la cocina: desinfecta a diario
La cocina es uno de los lugares donde más tiempo se pasa en casa y uno de los sitios donde más suciedad se genera, de ahí que sea necesario un mantenimiento higiénico diario. Evitarás polvo y alergenos que te hagan empeorar de tu alergia.
- Fregadero. La acumulación de platos sucios, agua de cocción vertida, etc., son factores que influyen en la proliferación de moho en el lugar de lavado. Pulveriza la zona con bicarbonato de sodio disuelto en agua. No te olvides de limpiar el desagüe. Para ello, vierte 1/2 vaso de bicarbonato, encima medio de vinagre y deja actuar unos 15 min. Después, echa agua hirviendo con sal y los atascos y bacterias desaparecerán.
- Frigorífico. Límpialo a menudo y evita el agua estancada en alguno de sus diferentes compartimentos. Pulveriza cajones, baldas y bandejas con una mezcla de media taza de vinagre blanco y una de agua tibia y seca con un paño.
Combate la alergia en el dormitorio
Evita la aparición de los ácaros, lavando las sábanas y fundas de almohada a 60º C al menos cada 7 días. Deja transpirar el colchón a diario, y una vez al mes, esparce bicarbonato sódico sobre él, deja actuar 2 y 3 h y aspira. ¡Listo!
Repasa juntas y azulejos en el baño
En el cuarto de baño el principal foco de alergia suele estar en el moho provocado por la humedad. Elimínalo aplicando vinagre directamente sobre la zona, normalmente las juntas, lavabo y azulejos. Deja actuar un ratito y frota.
