Hoy viajamos al centro de Tel Aviv. Allí, una pareja de treintañeros —ella, diseñadora gráfica, y él, programador informático—, decidió adquirir este piso de 100 m2 con cuatro habitaciones para comenzar una nueva vida en compañía de su gato, sus dos perros y su primer bebé, que nació durante el proyecto de reforma. La encargada de transformar la vivienda en un hogar moderno, relajado y luminoso, adaptado a las necesidades de la familia, fue Maya Sheinberger.
Con el blanco y el gris como colores protagonistas, las zonas comunes se diseñaron con concepto abierto y un estilo 100% contemporáneo y minimalista. Así, nada más entrar a la casa nos encontramos con una amplia estancia que integra cocina, comedor y salón. Para que el ambiente no resultara demasiado frío, se optó por un suelo de parquet en espiga, se añadieron plantas en puntos estratégicos y se jugó con tonos cálidos en los textiles.
Las puertas y cajones de la cocina se diseñaron en blanco mate y sin tiradores, creando una superficie unificada que duplica la luminosidad. En el centro, una mesa de comedor con sillas negras a juego con la lámpara, marca el contraste.
En la suite principal, una mampara de vidrio con una puerta corredera y un marco de acero se encarga de separar el baño del dormitorio, permitiendo así una ligera redistribución de los espacios y una sutil expansión de la habitación.
Delante de la cama se ubicó un gran armario empotrado con puertas blancas y tiradores negros, iluminado por las lámparas de riel.
Para decorar el baño de la suite y el baño de invitados, se emplearon los mismos materiales y elementos, es decir, un mueble de madera en el lavabo, grifería negro mate y azulejos tipo metro en color blanco. Sobre la pared, se dispuso un espejo con marco redondo, también con acabado negro mate.
La habitación del bebé se situó frente a la suite principal, diseñada en una combinación muy neutra de madera y muebles grises.
La última estancia se convirtió en una home office perfecta para los tiempos que corren. Para que no hubiera problemas de espacio, se instaló un escritorio doble negro a lo largo de la pared con dos sillas de estilos similares, una con patas de hierro negro y la otra con patas de madera. El look se completó con una alfombra redonda con un gran patrón geométrico, agregando color y calidez a la habitación.
EL PISO ANTES DE LA REFORMA
Proyecto e información: Cortesía de Maya Sheinberger.