Sí, nosotros también sentimos pasión por la cerámica para revestir suelos y paredes en el hogar. Elegir uno y otro tipo depende de cada proyecto de interiorismo y para ello, debes elegir la mejor clase para cada resultado. Aquí tienes las claves para diferenciarlos.
Las materias primas que conforman la cerámica provienen de la tierra, por lo que el resultado es un material de excelente calidad gracias, entre otros, a la arcilla. Además, de toda esta sinergia natural obtenemos un producto sostenible y resistente, de fácil instalación y con un sinfín de diseños que lo convierte en el favorito de todas las casas.
Elegir un tipo u otro dependerá, entre otras cosas, de la ubicación, las funciones que va a cumplir o qué valor decorativo dará a cada estancia.
Entre todos los tipos encontramos los siguientes:
EL AZULEJO
Una baldosa cerámica con alta absorción de agua, perfecto para interiores.
Es ideal por sus colores, por su versatilidad para decorarlo con volúmenes y texturas y ahora, por la fascinación que la corriente vintage ha despertado, haciendo que se reinventen cada día.
GRES PORCELÁNICO
Tiene baja absorción de agua.
Son baldosas que se presentan como superficies no esmaltadas, ideales para un aspecto contemporáneo sin ser excesivamente decorativos.
EL GRES ESMALTADO
Dentro del gres, esta baldosa puede tener nivel alto o medio-bajo de absorción de agua.
Adecuada para interiores pero también para cubrir fachadas y suelos de exterior, por su gran resistencia a heladas y abrasión por el so. Puede ser brillante o mate, monocolor o combinado. Su resultado: una estética actual con toques clásicos perfectos.
GRES RÚSTICO
Para esas casas del pueblo en las que dar rienda suelta a la creatividad rústica.
Son baldosas con absorción de agua baja o media-baja, se moldean por extrusión y generalmente presentan tonos ocres. Encajan perfectamente en ambientes exteriores, como revestimientos de fachadas.
BARRO COCIDO
Este tipo de baldosas se fabrican en pequeñas colecciones con medios artesanales.
Necesitan tratamientos anteriores y posteriores a su colocación para mantener su brillo, resistencia a la suciedad e impermeabilidad. Tienen una textura irregular y son piezas de aspecto rústico ideales para exteriores: jardines, terrazas, balcones…