35 Ideas para decorar las paredes con cuadros y fotografías

Este ambiente de El Corte Inglés es un bonito entramado de evocación marinera. Las obras pictóricas, en tonalidades azules, coordinan con los elementos decorativos dispuestos sobre una consola, en estilo rústico.

Las monturas de los marcos dan mucho juego, solo tienes que ver esta variedad de acabados y estilos. Si no te decides por un motivo decorativo para embellecer la pard de tu salón, fíjate que opción tan especial te presentamos esta opción, tan curiosa como singular. ¿Te atreves a copiarla en casa?

Estos cuadros, de LisaSarah.com, potencian esta apuesta por el total white del recibidor. En este caso, son motivos selváticos, pero puedes encontrar print más acordes con tus gustos o el estilo decorativo de tu casa. Todo es probar...

Que las obras formen parte de una serie ayuda a conseguir una composición equilibrada, aunque el resultado final simule que es fruto de la espontaneidad. Estos cuadros dinamizan la decoración al tiempo que focalizan la atención porque observan al espectador y se destacan bajo la lámpara Norah, de Delightfull.

¿Te gustan los salones sofisticados y elegantes? En este ejemplo puedes ver unas pinturas contemporáneas muy interesantes para decorar el espacio y hacer que la sala se convierta en una pequeña exposición. Un método muy interesante para la decoración de las paredes.

Lo habitual es mantener las paredes lisas para que los cuadros y las fotografías luzcan más. Sin embargo, tener una pared decorada con un papel pintado o un mural no supone que se deba renunciar a ellos. Busca opciones para integrarlos con molduras que armonicen o contrasten, por ejemplo. Se ha buscado una homogeneidad cromática. La pared se ha decorado con un papel que representa un mapamundi. Aquí se ha optado por un cuadro con moldura blanca y cristal transparente apoyado en un revistero de ratán. Ambos, de Rivièra Maison.

La mayoría de las veces la dificultad reside en que los cuadros son de medidas y formas diferentes. Pero sí, sí se pueden combinar sobre la pared y mezclar obras diversas: cuadradas, rectangulares, incluso ovaladas, aunque conviene intentar que tengan un patrón común; por ejemplo, molduras que compartan color y ancho, y crear una imagen final más armónica y coherente con el mismo paspartú. Algunas composiciones son simétricas, pero otras basan su encanto en una asimetría equilibrada donde las piezas encajan en un puzle súper atractivo. De todas formas, los cuadros pequeños se integran mejor si utilizas un fondo grande, cuanto mayor sea, más protagonismo adquiere la imagen, el cuadro... Junto a estas líneas, marcos con acabado en latón, de La Redoute Interieurs.

Al igual que hemos visto en el ejemplo anterior una decoración botánica en verde, en este caso se puede encontrar en tono granate. Muy interesante para combinarlo con la calidez el salón y lograr un espacio más naturalista.

A partir de los tres cuadros próximos al techo, la distribución de los demás no parece seguir un esquema concreto. Tal vez tenga que ver que las paredes de este baño estén alicatadas con el azulejo tipo metro y su efecto cuadrícula. Marcos Ribba y Verserum, con paspartú, y mueble de lavabo; todo, de Ikea.

La solución para los que disfrutan variando de lugar cuadros y fotos -y huyen de los agujeros- está aquí: baldas en paralelo, repletas de marcos, con una longitud similar a la del mueble de la pared. Imprescindible: medir la altura de los marcos para acertar con la distancia entre los estantes. Baldas, marcos, jarrones y aparador, de La Redoute Interieurs.

Así se crea un orden visual porque el punto de partida es una línea inferior imaginaria, que transcurre en paralelo con el banco u otro mueble: sofá, aparador, consola, cabececero...De El Corte Inglés: cuadros que alternan fotografía y obra tipográfica, banco Nora y alfombra Neidem.

En relación a los marcos y al color y los motivos de la pintura, deben guardar estrecha relación con la decoración de la habitación o del rincón en el que se encuentren, para que no desentonen. En este caso, se optó por mantener el blanco de las láminas, y para los marcos, se eligió una moldura muy fina de aluminio. Si colocas los cuadros encima de un escritorio o aparador, procura dejar unos 20 cm entre éste y el marco del primer cuadro.

En orden decreciente, formatos vertical y horizontal... Antes de crear tu propia composición de cuadros, prueba con cartulinas con las medidas de los marcos y pégalas con cinta de doble cara. Ambiente de la firma Deco & Living.

El desorden aparente de esta propuesta esconde una meticulosa disposición. Las claves: un eje vertical central, con tres obras, flanqueado por dos parejas de cuadros alineadas arriba y abajo. Funda, de Bemz, lavable, en terciopelo Malmen Mineral Blue; se puede confeccionar para cualquier sofá de Ikea.

Una composición clásica es colocar los cuadros agrupándolos en línea recta, siguiendo los marcos en vertical o en horizontal. Trata de colocarlos formando un rectángulo o un cuadrado, pero deja siempre un espacio entre los marcos, el efecto es más atractivo. Cuadros, del artista Alexanco. Consola china, en El Globo Muebles), y lámpara de sobremresa, de Ideas Luz.

Mira qué bonita propuesta, se trata de convertir los marcos en centro de atención sin necesidad de láminas o fotos. Para crear dinamismo te sugerimos que elijas modelos de tamaños y acabados diferentes; además, debes ocupar alguno de ellos con un detalle que no tiene por qué ser un cuadro: flores, una carta o un sombrero son objetos aptos para enmarcar.

Si vas a colocar uno o más cuadros encima de un mueble, procura que no sobresalgan del ancho del mismo, para que la composición no pierda atractivo. Y, si son grandes, no los coloques en línea horizontal a lo largo de la pared, o tu casa parecerá una galería de arte. Ten en cuenta que, al colgar varias piezas, debes jugar con los motivos que representan, como se hizo en este espacio de Casa Decor, en el que aparecen tres obras con paisajes naturales. Espacio creado por DR Interiores.

Toma buena nota de esta composición: es perfecta para decorar el salón. Debajo de la balda, se ha colocado una hilera de fotos especiales, con marcos de idéntico color y tamaño. Nuestra propuesta: elige instantáneas de una misma serie y paspartús anchos, que les otorguen categoría de cuadro. Balda Lack y marcos cromados, de venta en Ikea.

El espacio suele escasear en las zonas de acceso a las viviendas, un recurso infalible en estos casos es elegir colores claros y poner el foco de atención en uno o dos objetos. En este caso, una balda volada fue suficiente para crear una agradable composición con un protagonista: el espejo vintage. Marcos, de Brocar.

Aunque, para facilitar su colocación, una de las reglas en la composición de los cuadros sea evitar un número impar de obras, en este caso se colocaron tres cuadros de dimensiones diferentes, con lo que se ganó dinamismo en el salón.

Las fotos de los más pequeños requieren un tratamiento especial, con marcos divertidos, con distintos diseños y motivos: ovalados, con flores, lunares... y, sobre todo, muy coloristas. Si los colocas sobre una mesa auxiliar, alegrarán la estancia. Marcos con soporte, de Rice.

Si no te apetece hacer agujeros o prefieres renovar con frecuencia la decoración, prueba a colocar varios lienzos sobre un mueble bajo. Elige imágenes de una misma temática y encarga que las impriman sobre seda, metal, o lienzo y que las fijen a un bastidor, posibilidad que te ofrecen firmas como Fann y www.holalienzo.es. Sin marcos, el acabado queda muy elegante, moderno y limpio.

Hace unos años en la cocina a penas había lugar para objetos decorativos: el reloj y... poco más. Esto ha cambiado por completo e, incluso, sus paredes son aptas para exhibir las fotos de los tuyos. ¿Cómo? Imprime sus retratos en blanco y negro sobre unas planchas de aluminio que te facilitarán su limpieza. Las instantáneas de este tríptico fueron realizadas por Kini Aristegui.

¿Qué te parecería reunir en un solo cuadro los mejores momentos de tu vida? Es lo que propone la firma Fann con este collage personalizado de fotografías. Tú las eliges y ellos realizan un montaje en un solo lienzo, o bien una composición de varios lienzos, si lo que quieres es cubrir toda una pared (desde 40 €).

Cuando no estés convencida del acabado o vivas en una casa de alquilar, encontrarás una buena solución en esta propuesta. Usar varillas es perfecto para no hacer agujeros en la pared. Se fijan junto al techo, tras una moldura, y en ellas los cuadros se cuelgan a distinta altura.

Realza una serie de dibujos, fotos o láminas formando una sencilla composición geométrica para decorar la pared del salón. Potencia la sensación de conjunto utilizando el mismo paspartú. Si los motivos son sencillos, dales importancia forrando el marco con tela.

Ya es hora de que saques a la luz los pequeños retales de tela o esas postales de museo guardadas en un cajón y que hagas con todo ello una curiosa composición decorativa. Te sugerimos que busques un punto de partida, en este caso, un bonito reloj es el eje alrededor del que gira todo el conjunto.

La aportación cromática viene de la mano de un cuadro abstracto con diferentes tonalidades que, a su vez, se relaciona con la alfombra del suelo y la fruta para darle color al salón y romper el dominio de los tonos neutros que están en todo el conjunto.

Si no quieres que la pared quede desnuda, tienes la oportunidad de escoger algunos cuadros pequeños y situarlos de manera aleatoria sin regirse a un patrón geométrico. Eso sí, hay un equilibrio de formas entre todos los cuadros que resulta muy interesante.

Alinea varios cuadros del mismo tamaño en una de las paredes del dormitorio. Esta solución resulta especialmente decorativa cuando, como en este caso, el dormitorio tiene un cabecero de obra a media altura que se prolonga de pared a pared y sirve, también, de mesilla. Para decorar el espacio que queda encima, opta por una composición equilibrada. Son adecuadas las series de láminas —con motivos marinos, plantas y flores— de idéntico tamaño enmarcadas con el mismo paspartú y marco.

Pon una nota de color con varias láminas del mismo estilo y combina paspartús de tonos diferentes. Puedes unificar el aspecto de tu pared si les pones a todas un marco muy delgado.

Un cuadro te puede servir para ocultar una hornacina realizada en la pared o también un desperfecto. Puedes almacenar videojuegos, libros, discos... aunque la idea también es útil para ocultar el cuadro de conmutadores de la luz o una caja fuerte. Esta lámina es de Fann.

Si te cansas enseguida de los cuadros, coloca en la pared un par de estanterías, con listones en madera para evitar que se deslicen, y sitúa encima de ellas las obras que prefieras. Así podrás cambiarlas tantas veces como desees, sin preocuparte de atravesar el muro para colgarlos ni tener que camuflar los que ya había. Además, siempre puedes alternarlos con libros y objetos decorativos.

Una de las posibilidades que podemos trabajar es la relación cromática entre los tonos de los cuadros y el sofá. Este sistema es realmente interesante para lograr una armonización de todo el conjunto del salón y decorar las paredes con pinturas bonitas y contemporáneas.