Los propietarios de este piso de 152 m2 en Vitoria —una familia de tres—, querían espacios abiertos y luminosos en su nuevo hogar. ¿El problema? La distribución original no era la más adecuada: los espacios estaban desaprovechados en hall, pasillos y una antigua zona de servicio, y no resultaba nada práctica.
Con esta premisa en la cabeza, el equipo de interioristas de Wood Estudio se encargó de cumplir las expectativas de la familia. ''Diseñamos una vivienda en la que primamos una distribución que conectara visualmente todos los espacios comprendidos en la zona de día (cocina, salón, espacio de usos múltiples y zona de lavado), potenciando la entrada de luz natural'', afirman.
Según se accede a la vivienda por la puerta principal, nos encontramos con un panelado lacado que abre paso a la cocina y encierra, en su forma de cubo, un armario y una zona de lavado con todo lo necesario para resolver las necesidades del día a día en este aspecto: lavadora, secadora, plancha y tendedero.
Soluciones de ventilación innovadoras
En el interior, un medidor de humedad, mediante higrostato, advierte si el nivel óptimo de humedad se sobrepasa y pone el funcionamiento un ventilador con un motor que la extrae al exterior, solucionando así la necesidad de ventilación natural.
Distribución abierta en la zona de día
En la zona de día se jugó a unir y separar visualmente los ambientes. Todo está conectado pero todo tiene su propia entidad. Para ello se utilizaron diferentes puertas correderas acristaladas, que permiten comunicar los diferentes espacios.
El salón puede unirse visualmente con el recibidor, la cocina y un espacio polivalente perfecto para organizar todo tipo de encuentros, e incluso para usarse como zona de oficina en los días de teletrabajo. Las puertas acristaladas ayudan a lograr más o menos intimidad y conexión entre zonas según el momento.
En el salón, la librería tenía que gozar de una presencia especial. Para ello, los interioristas diseñaron una moderna estantería que, a pesar de su gran dimensión, no es perceptible desde la entrada gracias a su diseño inclinado. De este modo, actúa como un elemento decorativo desde la perspectiva de entrada, y como lugar de encuentro con la lectura desde el interior. ¡Qué ingenioso!
La chimenea original también fue clave en el proyecto. El problema era que, tal y como estaba, no resultaba nada funcional. Los propietarios apostaban por una chimenea de leña, por lo que se optó por el modelo Kalfire W85/40F. Así, el frontal se revistió en cuarcita natural para darle la entidad que se merecía, mientras las baldas de hierro sirven para apilar la madera y proteger el espacio.
Vida eco-friendly
Las jardineras existentes en la fachada del edificio se impermeabilizaron y se cubrieron con tierra para montar una huerta urbana (supertendencia eco-friendly) que recorre el perímetro exterior de la vivienda. La terraza se revistió con un porcelánico imitando madera y forma geométrica. Además, en esta zona, la iluminación indirecta crea una acogedora luz de ambiente durante la noche.
También se aprovechó el espacio de la terraza para colocar la caldera, diseñando un armario en apariencia igual al material usado en la cocina, para generar la sensación de que la cocina se prolonga hacia el exterior.
En clave sostenible
Otro punto importante del diseño era la eficiencia energética. Se resolvió aislando suelos y techos, trasdosando la vivienda, cambiando todas las ventanas por otra más eficientes con triple acristalamiento, e instalando calefacción radiante en toda la casa, consiguiendo un óptimo confort térmico y acústico.
El dormitorio de la pareja es sencillo, acogedor y cálido gracias al poder de la madera y los colores claros. La zona del tocador se revistió con madera alistonada, y una cajonera baja permite zonificar dormitorio y baño, donde se empleó un mosaico de Hisbalit personalizado, espejos retroiluminados para crear un efecto de luz natural y un mueble volado que amplía la sensación de espacio.
El almacenaje del baño se solventó utilizando un panelado en la pared del inodoro.
En la habitación infantil, la prioridad era tener almacenaje, un organizador de juegos y una pared a modo de rocódromo. En el baño se jugó con las formas y los colores, creando un dibujo con el alicatado a diferentes alturas para darle un aire más desenfadado, y se eligieron unas baldosas con toques de color de Vives.
Proyecto e información: Cortesía de Wood Estudio.