El proyecto de Culto Interior Design ha sacado el máximo partido a un mini apartamento ubicado en un edificio centenario situado en el Ensanche barcelonés.
La vivienda dispone tan solo de 42 m2 y, al ser antigua, estaba muy compartimentada, así que la idea del proyecto —abanderado por Daniel Rotmensch e Irene Blanco— era darle un nuevo look y una distribución más inteligente, que se divide en tres zonas: dormitorio, aseo y cocina con salón.
Era un verdadero reto, sobre todo por la escasez de luz natural, que solo entraba por los extremos de la vivienda; pero el resultado es espectacular.
Estética marinera
La distribución se ha inspirado en un barco. Las reducidas dimensiones del apartamento hacían necesario aprovechar bien los espacios. En la entrada, la esquina redondeada es una solución visual para ganar espacio en el recibidor y da la sensación de ser el casco de un navío.
Los recursos náuticos dan carácter a la vivienda. En la entrada, una tabla de surf, con estilo retro, y una máscara africana, de Umasqu, a la venta en Culto Interior Design.
Salón, en perspectiva
Para aprovechar al máximo la iluminación natural del balcón, situado en uno de los extremos del piso, se ha unido la cocina a una zona de comedor y al salón. La zona de cocción es un pequeño office, diseñado por Culto Interior Design.
La lámpara Bola disc, de Pablo Designs, en latón y con led, es un diseño sobresaliente.
¿Quién dijo que los apartamentos pequeños no pueden tener cocina con isla? La isla, con encimera marmolada, incluye el fregadero, con grifería Sally, de la firma belga RVB, y zona inferior de almacenaje para guardar la vajilla y el menaje. Dos sillas de barra, en madera, completan este pequeño comedor.
La decoración del salón es minimalista para evitar volúmenes que resten metros al apartamento. Cuenta con al sofá Boomerang, de Wendelbo, en tono mostaza para dar calidez al ambiente; un banco de madera, una mesita auxiliar y un puf, tapizado en terciopelo.
Los muebles de madera coordinan a la perfección con el estilo navy de la alfombra del salón.
En blanco y azul
La propuesta cromática es muy efectista. El azul marino se ha utilizado en una de las paredes del apartamento, en las vigas de madera del techo y en los frentes de la cocina.
Combina a la perfección con el blanco, que reviste la pared, en ladrillo visto, que recorre el apartamento, desde la zona de estar hasta el dormitorio.
Interiorismo minimalista
En el dormitorio continúa la línea argumental del blanco para seguir aportando luz al espacio, así que se prescinde de lo accesorio. La idea es ganar espacio, así que en este diseño, a medida, hay una práctica la barra para colgar la ropa o el altillo, que hace las veces de librería.
La habitación cuenta con una estructura de cama abatible, para organizar y almacenarla ropa, y un cabecero acolchado. Las piezas elegidas son sencillas y elegantes, como la cómoda Box, de Xam: el taburete Angui, de la firma AYTM; y una butaca vintage, de los años 60, comprada en un anticuario.
Un baño muy práctico
La audacia del proyecto de Culto Interior Design concibió un espacio central, que alberga el baño, con zona de lavandería, y una despensa.
El aseo es un prodigio de aprovechamiento al incluir una ducha muy amplia, un mueble de baño volado, de la casa Codis y con grifería de RVB, y un espejo cuadrado.
Más información: Culto Interior Design.