Un remanso de paz que invita al descanso, lleno de luz y en medio de la ciudad de Badalona, así es este piso reformado y decorado por la interiorista Cristina Peña. A la propietaria de la vivienda, que había comprado sobre plano la propiedad, no le acababa de convencer la distribución, ya que era demasiado compartimentada.
Los objetivos de la reforma: ganar luz, amplitud y orden.
La comodidad, optimizar los metros y buscar el máximo de almacenamiento son objetivos comunes de cada proyecto de reforma e interiorismo, pero en este se hacían más necesarios por las dimensiones del piso.
Con 65 m2 útiles de vivienda y un patio interior que prometía, se colocaron los dormitorios en la zona con menos luz, dejando el patio comunicado con el salón-comedor. Esta nueva propuesta de distribución invade de luz natural la zona de día y la terraza se convierte en referente y protagonista del piso.
El blanco en paredes, puertas y algunos muebles que forman parte de la arquitectura, se utiliza como base para poder resaltar una decoración a medida, con mobiliario de diseño atemporal que destaca por su calidad.
Los materiales naturales como el roble, el mimbre y el lino, dan ligeros toques de color y alegría.
La sensación de amplitud en esos pocos metros, se consigue prolongando la visión del conjunto hacia el exterior a través de la distribución.
En el patio se construyó una jardinera que actúa como telón de fondo y que permite vislumbrar el color verde desde cualquier ángulo.
En el dormitorio principal destacan el cabecero de mimbre hecho a medida y la cómoda de roble, diseñados especialmente por la interiorista.
El vestidor, instalado dentro de la misma habitación, ofrece la capacidad de almacenamiento necesaria.
En el dormitorio de invitados, un sencillo cabecero de roble y una lámpara de mimbre son suficientes para aportar calidez.
El resultado es un piso luminoso y cómodo donde el orden prima por encima de todo. ¡Mira el plano!
Proyecto e información: Cortesía de Cristina Peña. Fotografías @mariapujol.