El objetivo de la reforma integral de este piso de 185 m2 con 4 habitaciones y 2 baños a cargo de Pia Capdevila, era mejorar la distribución original para crear una zona de día abierta y llena de luz natural, además de ampliar los dormitorios. La vivienda contaba con una estructura óptima sobre la que trabajar, ya que disponía de mucha luz natural y la planta era rectangular, con zona de día y zona de noche muy separadas, pero ''nos encontramos muchas paredes de carga que no nos permitían hacer de forma sencilla los movimientos que queríamos hacer, pero tras realizar los cálculos pertinentes con el departamento técnico conseguimos alcanzar los objetivos marcados'', comenta Pia Capdevila.
La vivienda tenía mucho pasillo y estaba muy compartimentada. La idea era que todo funcionara como un solo espacio en el que cada uno brillara con su propia identidad, pero sin perder la conexión. Otro de los objetivos era llevar la luz natural a la zona central de la casa (es un edificio esquinero y enfocado a sureste).
La pared maestra más difícil de mover para la reforma fue la pared que separaba el comedor original del pasillo. La primera idea fue eliminarla entera, pero el arquitecto técnico confirmó que era imposible e inviable. Por tanto, la interiorista diseñó un sistema estructural que se convirtió en dos pilares metálicos revestidos de pladur integrados totalmente en el proyecto de la cocina, que es la que se ubica ahora en el antiguo comedor. Con ello consiguieron que los pilares se integraran perfectamente en el proyecto de reforma.
Recibidor. El recibidor de la vivienda fue el punto de partida para crear el hilo conductor del resto del interiorismo tanto a nivel de materiales como colores y mobiliario.
Pia Capdevila diseñó un arrimadero a medida que nace en el recibidor, y de camino al salón se convierte en un mueble taparradiador con repisa.
ZONA DE DÍA: COCINA, COMEDOR, SALÓN Y CHIMENEA TODO EN UNO
Originalmente, la zona de día constaba de tres estancias separadas como comedor, salón y cocina. Durante la reforma, Pia Capdevila unió los tres ambientes en uno solo para crear una zona de día totalmente abierta, dividiendo visualmente cada área para así otorgarles su propia identidad estética.
Cocina. Los propietarios querían que la cocina fuera el centro neurálgico de la casa y la protagonista de la zona de día, ya que es el punto de reunión familiar y donde pasan más horas juntos. Para conseguirlo, se intercambiaron los espacios del comedor por la cocina, y se tiraron los tabiques que los separaban del resto de las estancias de la zona de día. De esta manera, se convirtió visualmente en una cocina más grande con mucha capacidad de almacenaje. Además, ganó luz natural que originalmente no tenía y que ahora llega desde el comedor.
Partimos de un diseño de cocina con materiales en tonos piedras y madera de roble para poder implementarlo en el resto de la zona de día. A raíz de los materiales seleccionados para la cocina, se añadieron el resto de materiales a juego en tonos claros y colores piedra contrastados con grises oscuros y negros, y algún punto más atrevido como el papel pintado del lavadero.
Comedor. Enfrentado a la cocina, pero en el mismo espacio que esta, la interiorista situó el comedor como una pieza independiente pero ubicada en una misma estancia. ''A la cocina actual le hemos regalado todo el espacio y la luz que tenía originalmente el comedor que ahora hemos integrado en la cocina dividiendo visualmente las dos estancias'', comenta Pia Capdevila. Los tres espejos colocados en la pared del comedor ayudan a multiplicar la luz natural tanto en la zona de comedor como en la cocina.
La antigua entrada de servicio es ahora un anexo al que se accede desde el comedor a través de una puerta oculta totalmente integrada en el arrimadero de madera, y al que se ha dado la función de cuarto de lavado y de plancha. En esta estancia se colocó un papel pintado atrevido para que en caso de estar abierta esa puerta, desde el comedor no se intuya de qué tipo de estancia se trata.
Salón. Desde la zona abierta que incluye la cocina y el comedor se accede al salón que se divide en dos ambientes: un área de relax y lectura junto a la biblioteca y la chimenea, y una zona de televisión con los sofás. Ambas comparten una gran balconera con salida al exterior desde la zona de la biblioteca, un espacio exterior de unos 20 m2.
ZONA DE NOCHE
Tras la reforma, la vivienda cuenta con cuatro dormitorios, tres de ellos en la zona de noche y uno de ellos frente al recibidor de la vivienda, a modo de despacho y habitación de invitados.
Suite principal. La habitación principal de la vivienda se agrandó anexando un dormitorio extra que tenía la vivienda original. De esta manera se consiguió más espacio en la nueva suite principal para poder albergar tres piezas: dormitorio, vestidor y baño. También se añadió un vestidor que antes no existía y el tamaño del baño se amplió para hacerlo más cómodo.
Para toda la zona de la suite se buscaron materiales que aportaran calidez como la madera. Materiales en la misma línea que el resto de la casa y el cabecero diseñado con la misma madera que el suelo.
Se eligieron colores suaves para crear un ambiente relajante que transmitiera calma.
En la zona del dormitorio se utilizó iluminación general con luz regulable e indirecta enmarcada por una cornisa que consigue un ambiente muy cálido. El resto de la iluminación se trabajó sin abusar de focos en el techo, con varios puntos de luz cálida y lámparas de apoyo.
El cabecero se creó a partir del suelo y recoge toda la cama generando una repisa decorativa muy funcional para esta zona. El mueble a medida que hay frente a la cama del dormitorio está diseñado como mueble de apoyo, almacenaje y pequeño tocador y/o despacho y se extiende al vestidor con el mismo diseño en laminado color piedra.
Vestidor de la suite. Los 2,65 metros de altura de la vivienda ayudaron a poder diseñar armarios de doble capacidad con altillo, y los interiores se pensaron y proyectaron bajo las necesidades personales de los propietarios. Con ello se consiguió crear un vestidor a medida con gran capacidad de almacenaje.
Baño de la suite. Para el suelo del baño se usó el mismo tono y acabado de madera que en el resto de la vivienda, pero en un porcelánico para facilitar el mantenimiento por humedades. El mobiliario en color gris y la encimera en negro se combinó con griferías negras que le dan un toque muy moderno. La iluminación del baño se diseñó con focos técnicos en techo.
Habitaciones juveniles. Los dos dormitorios juveniles de la vivienda se diseñaron como habitaciones gemelas que comparten baño. El mobiliario se diseñó a medida casi simétrica en ambos dormitorios, creando dos bases neutras sobre las que se aplicaron diferentes complementos textiles, accesorios y piezas auxiliares para darles un aire diferente y aportar una personalidad diferente a cada uno de ellos.
Baño compartido. El baño que comparten las habitaciones juveniles era la pieza más pequeña de la casa. Pia Capdevila explica que ''mantuvimos el baño de las habitaciones juveniles en la misma posición donde estaba inicialmente, pero lo ampliamos para tener algo más de encimera y almacenaje''. Al ser un espacio muy pequeño se proyectó en colores blanco y piedra con un baldosín brillante que aporta amplitud, y se combinó con un papel pintado vinílico textil con efecto de lino para darle el toque cálido que faltaba.
Interiorista: Pia Capdevila. Arquitecto técnico: Toni Casas. Estilismo: Mar Gausachs.