Cómo lavar las almohadas en la lavadora y que queden mullidas

Cada cambio de estación conviene hacer una limpieza a fondo de toda la ropa de cama, sobre todo las almohadas. A la hora de dormir, no hay nada como el olor a limpio.

Las almohadas necesitan lavarse a menudo. Aunque no nos demos cuenta, son piezas fundamentales, están en contacto directamento con nuestra piel, durante nuestro descanso y necesitan un buen mantenimiento, porque son proclives a acumular suciedad: polvo, ácaros, restos de cabello, maquillaje o saliva y, sobre todo, sudor.

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Por supuesto, la mejor forma de cuidar de tus almohadas es cambiar las fundas cada semana, al igual que las sábanas. Ten en cuenta tu entorno, si vives en una zona calurosa el cambio se producirá cada dos o tres días. Por último, ¡recuerda! Es conveniente cambiar las almohadas cada dos o tres años para que tengan la misma firmeza en las cervicales y la zona del cráneo. Si se deforman, pierden su función y, además de afectar a la calidad del sueño, puedes sufrir pequeñas lesiones.

¿Qué necesito para lavar las almohadas?

Para que queden como nuevas, hazte con un spray antimanchas, dos bolas de secado y detergente líquido para lavadora. Primero, rocía la almohada con el spray en las zonas donde se aprecien manchas de sudor o suciedad.

En la lavadora, introduce en el dispensador del detergente una pequeña cantidad de jabón líquido y pon dentro del tambor un par de almohadones, nunca más de dos para evitar forzar un centrifugado demasiado dinámico. Necesitarás un programa, en caliente, y añade un aclarado adicional para eliminar cualquier resto de detergente.

Alicia Macías

¿Cómo secar las almohadas?

Si tienes secadora, introduce las dos bolas de secado (o dos pelotas de tenis) para evitar que el relleno se quede apelmazado. Cuando la almohada es de plumón va a necesitar un programa frío y será templado cuando el interior sea un relleno sintético. Saca de la máquina las dos piezas y escurre ambas para observar si quedan restos de humedad. Si lo necesitas, introdúcelas de nuevo con un secado de 30 minutos.

La forma más natural es el secado al aire libre, mejor en plano sobre una superficie limpia. En caso de que optes por el tendedero, recuerda que colgar bien la ropa es todo un arte. Procura que las almohadas tengan la luz directa del sol para blanquearlas más y cuélgalas por ambos extremos con un par de pinzas, después da la vuelta a la pieza y vuelve a suspenderlas de las esquinas contrarias. Repite esta operación todas las veces que consideres para que el relleno quede bien repartido y seco.

¿Cuándo lavar las almohadas?

Conviene meterlas a la lavadora 4 o cinco veces al año, pero pon cuidado en leer la etiqueta y certificar que no necesiten limpieza en seco o profesional. En el etiquetado de la almohada suele indicar la temperatura del lavado para que sea un programa más eficiente.

Observa bien las almohadas para saber si necesitan un cambio, porque todo depende del material en el que estén elaboradas. Si es un modelo de látex y su olor es molesto, está pidiendo a gritos una renovación. Sin embargo, si es de plumas solo tienes que comprobar si sigue estando esponjosa y cuando la almohada sea de espuma no puede estar deformada ni permanecer doblada si la pliegas por la mitad.

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